# Introducción (Introduction) as desigualdades en las sociedades son múltiples, de origen diverso, cruzadas, e interrelacionadas entre sí. Generalmente las teorías que intentan explicarlas desde una única perspectiva o causa no han podido dar cuenta del fenómeno, siendo necesario adoptar una "pluralidad" teórica de enfoques para abordarlas. Las inequidades de género no sólo se suman a las de clase: se potencian entre sí En este artículo se analiza un colectivo que históricamente ha sido especialmente vulnerado: las mujeres rurales. El trabajo presenta algunas consideraciones de tipo conceptual y teóricas sobre sus condiciones de trabajo, así como reflexiones preliminares sobre estratificación y género utilizando seleccionado sólo algunas de las formas que adoptan las inequidades de género: se han seleccionado las dimensiones de ingreso, trabajo y educación. # II. Algunas Revisiones Teóricas Sobre Las Clases Sociales (A Social Classes Theoretical Review) La mayoría de las sociedades se caracterizan por contar en su interior con una gran diversidad entre los individuos que las componen. Se podría afirmar que cada "sociedad en particular" contiene un mapa de diferencias y la "sociedad global" no es otra cosa que un gran mosaico de diferencias dentro y entre cada una de esas sociedades particulares. Así es que hay diferencias de clase, de género, generacionales, culturales, religiosas, étnicas, raciales, entre otras. Estas diferencias -de por sí-no son negativas sino enriquecedoras. Lo que sí es motivo de inquietud y estudio es el hecho constatado de que algunos grupos (generalmente mayoritarios y con poder) ejerzan su dominio sobre otros. Lo que preocupa -entonces-no es la diferencia sino la inequidad, y las dificultades para algunos grupos de alcanzar las mismas oportunidades y acceso a los recursos que otros. Desde la sociología fueron los clásicos quienes comenzaron a elaborar una teoría explicativa para abordar las desigualdades en la sociedad. Marx y Weber son quienes han dejado una mayor impronta y un legado en la formulación posterior de la teoría referida a las clases. Marx es uno de los teóricos que ha sido más influyente, no sólo por su escuela de pensamiento y sus posteriores relecturas y reelaboraciones, sino por su influencia política. En principio el concepto utilizado por Marx -a diferencia de otras visiones-es el de "clase" para diferenciar los grupos entre sí. En general todos los análisis marxistas coinciden en definir estas clases a partir de su ubicación dentro de las relaciones sociales de producción. Algo que se debe destacar es que Marx no consideró las desigualdades derivadas del género o la edad, así como tampoco consideró la posibilidad de que la esfera doméstica pudiera constituir un medio de producción. Asimismo, otras formas de dominación Desigualdades En El Medio Rural Uruguayo: Algunas Consideraciones Desde Una Perspectiva De Género como la religiosa, la étnica o entre países no tuvieron lugar en su desarrollo. (Martínez, 2005) Tampoco Weber profundiza en lo que son las desigualdades de género. Por otra parte, Weber fue igualmente influyente en el pensamiento teórico sobre los distintos grupos sociales. Este autor tiene algunos puntos de contactos con Marx, pero también importantes diferencias. El punto de partida desde donde Weber inicia el análisis de las desigualdades es el poder. En principio va a distinguir tres planos u órdenes: el económico, el social, y el político. Desde el eje central del poder Weber encuentra que en cada orden existen unos grupos que lo detentan sobre otros: así aparecen las clases en el plano económico, los grupos de status en el orden social, y los partidos en el orden político. En este esquema la clase se define en cuanto a la posición del sujeto dentro del mercado, a la propiedad, la renta y la riqueza. En este sentido -si bien no es idéntica-hay cierto punto de contacto con Marx cuando Weber señala que "las clases son grupos de personas quienes desde el puno de vista de intereses específicos tienen la misma posición económica, lo que determina una clase es primero y sobre todo el interés económico" (Swedberg, citado en Sautu,2011). Si bien en Europa fueron estas tradiciones teóricas las que se desarrollaron con mayor vigor ramificándose en distintas escuelas; en Estados Unidos fue Parsons quien elaboró su propia teoría y fundó toda una corriente aún predominante en el mundo anglosajón. Desde una concepción radicalmente diferente, la concepción funcionalista de Parsons parte de un concepto de estratificación total de la sociedad, y la principal diferencia con la escuela europea es que para esta corriente son los sujetos en forma individual y no los grupos quienes son ubicados en un "ranking" de acuerdo a la valoración que la sociedad hace de su situación. Como afirma Sautu: "Algunas teorías como la marxista y weberiana definen a las clases como entidades en sí mismas. Cada una conforma una totalidad aunque sea difícil precisar empíricamente los límites o la permeabilidad entre clases adyacentes. En el otro extremo conceptual se presentan las teorías que definen a los estratos, aunque los designen como clase social, como conjuntos que forman un continuo en una concepción gradacional de la estratificación social". (Sautu,op.cit.) III. # Clases y Género (Social Classes and Gender) A los efectos de este trabajo, y sin extendernos más en las consideraciones teóricas por exceder los alcances del mismo, se utiliza una concepción que reconoce los aportes tanto de la vertiente marxista, como de la weberiana, dejando de lado -en este casolas visiones de estratificación Parsonianas. Para ello se recoge el aporte de Rosalía Martínez cuando afirma que las organizaciones y los mercados dan lugar a relaciones de explotación, generando transferencia y son la matriz de las clases, mientras que los Estados y los grupos familiares dan lugar a relaciones de dominio y privilegios, que da lugar a "categorías". Por su parte, las relaciones de privilegio o dominio dividen a las personas en función de rasgos adscriptivos como el sexo, el género o la ciudadanía natural (Martínez,op.cit.) La complejidad al abordar las desigualdades de género en el medio rural es que además de las inequidades en razón de su sexo, las mujeres en el campo deben sumar a las anteriores sus condiciones económicas, sociales y de ubicación territorial. Son inequidades "cruzadas" o "interseccionalizadas" que se potencian entre sí. Es importante destacar que en Uruguay aún mantiene mucho peso la mediana y pequeña producción de tipo familiar, lo que da al estudio de las relaciones de género en el medio rural algunas complejidades y particularidades específicas a esta modalidad de producción. Es así que hay que contemplar por un lado las inequidades provenientes del capital y de las formas asalariadas, y por otro lado las formas de dominio masculinas que se dan en el ámbito donde confluyen actividades domésticas y productivas a la vez. Para poder referirnos a las mujeres rurales, debemos explicar el concepto de ruralidad aquí utilizado. Desde un enfoque sociológico amplio, no podemos utilizar un concepto acotado y rígido de "rural" asociado sólo a lo disperso y a la producción de alimentos. Con una mirada más abarcativa y no tan sectorial se intentan contemplar los procesos de cambio que han vivido las sociedades rurales tanto en Uruguay como en el resto de la región, asociados a la globalización, a los cambios sociales, en la matriz productiva, y migraciones, entre otros. Lo anterior ha llevado a diversos autores a considerar que la ruralidad trasciende lo agropecuario y las nociones restringidas de territorio, manteniendo fuertes vínculos con lo urbano. Desde esta noción el medio rural es entendido como "...el conjunto de regiones o zonas con actividad diversa (...) en la que se asientan pueblos, aldeas, pequeñas ciudades y centros regionales, espacios naturales y cultivados..." (Ceña; citado en: Perez, E. # 2001). Por tanto, adoptando esta mirada, se contemplan tanto a las mujeres que viven en el medio rural disperso, ya sea trabajando en actividades agrarias o en otros sectores, y también a las mujeres que viviendo en pequeños poblados o áreas nucleadas, están vinculadas a lo rural por su actividad. # b) Evolución De La Población (Evolution of the Rural Population in the Country) En los últimos 50 años Uruguay ha transitado un proceso sostenido de descenso de la población residente en el medio rural disperso. De acuerdo con los datos censales disponibles, entre el año 1963 y el 2011, el peso relativo de la población rural dispersa disminuyó en 14 puntos porcentuales, pasando de representar el 19,2% al 5,3% del total de uruguayos. # Cuadro 1 Sin embargo, este descenso en el peso de la población que habita la ruralidad dispersa no implicó una pérdida en la relevancia de la ruralidad para el país, tanto en su dimensión económica, social, política y cultural. Lo que sucedió, fue un "desplazamiento"tanto de la población como de la "ruralidad"-hacia pequeñas poblaciones y nucleamientos, la mayoría de los cuales no exceden las mil personas. Esta definición amplia de ruralidad nos permite considerar dentro de nuestra población de estudio, a las resientes en pequeños poblados y ciudades 1 c) Las Mujeres Rurales En El Territorio . Asimismo, esta aproximación a ruralidad por territorio será complementada contemplando a las mujeres que, sin importar su lugar de residencia, se ocupen en la rama agropecuaria. # (Rural Women and the Territory) A continuación se buscará cuantificar la presencia femenina en la ruralidad, utilizando los criterios antes mencionados: las que están insertas en la actividad agropecuaria y las que residen en zonas dispersas o pequeños poblados. En el cuadro 2, se presenta la evolución de la población en la ruralidad dispersa según sexo. 1 cuando se utilizan los datos de ECH se trabajan con poblaciones de hasta 5.000 habitantes Cuadro 2 Si bien a nivel del país existe una leve mayoría en la cantidad de mujeres con respecto a los hombres 2 Si por otro lado se considera la población tanto en las zonas dispersas como en las poblaciones nucleadas de hasta 2.000 habitantes, la distribución por sexo se presenta tal como se muestra en el siguiente cuadro: , históricamente el medio rural ha mostrado un predominio de la población masculina. El peso relativo de uno y otro sexo en la ruralidad dispersa se ha mantenido estable en los últimos 50 años. En el 2011 de las 175614 personas habitando en la ruralidad dispersa, 76856 eran mujeres. De acuerdo a estos datos, el Índice de Feminidad para el medio rural disperso se ubicó en 78 mujeres por cada 100 varones. # Fuente: Censos respectivos Como se desprende del cuadro 3, el peso relativo de la población rural total, sumando la ruralidad dispersa y las pequeñas localidades menores de 2000 habitantes, representa el 12% del total del país, componiéndose del 7% de los hombres y del 6% de las mujeres del total de la población del país. Vale destacar que en las pequeñas localidades de hasta 2000 habitantes la distribución por sexo se equipara, registrándose un 50% de varones y un 50% de mujeres. El fenómeno de la masculinización se da fundamentalmente en las zonas dispersas. En el cuadro siguiente, se presenta la evolución de la población económicamente activa según sexo y sector económico, para población rural dispersa y residente en pequeñas localidades. # Cuadro 4 Porcentaje de personas activas en actividades agropecuarias y no agropecuarias según sexo en localidades menores de Para estimar la participación de las mujeres en la actividad agropecuaria se utilizarán los datos de las Encuestas Continuas de Hogares. El peso de activos agropecuarios dentro del total de la población económicamente activa se ha ubicado en los últimos seis años en algo más del 10%, que representarían unas 181.000 personas según los ese total, 77% son varones y un 23% mujeres. Tal como se verá después, existen subregistros para la medición del trabajo femenino rural, aunque se puedede todos modos-confirmar una tendencia de que el mismo ha crecido en los últimos años. Como se desprende del cuadro anterior, si se considera la PEA agropecuaria en poblaciones de hasta 5000 habitantes, se confirma un aumento leve de la participación femenina en el mercado de trabajo en el sector agropecuario. Desde la teoría e investigaciones realizadas con perspectiva de género 3 i. La primera consideración al respecto es la de señalar que una profunda mala comprensión conceptual del "trabajo", desde una mirada unilateral y economicista asociado este término al de "empleo remunerado", siendo por tanto asimilado al "mercado". Por tanto todo el trabajo realizado por las mujeres en sus hogares y en los predios es invisibilizado por no ser remunerado. se ha insistido en la importancia que adquiere el concepto de "trabajo" para los estudios sobre la condición de las mujeres. El mismo es clave ya que explica -en gran medida-las inequidades de género más evidentes. ii. La segunda consideración tiene que ver con un fenómeno que se da en los predios familiares y en la agricultura de tipo familiar. En estos casos existe una superposición de las esferas productiva y reproductiva. Las actividades que se realizan en una misma órbita o espacio pueden ser funciones domésticas o de reproducción, pueden ser totalmente productivas, o finalmente pueden ser tareas que corresponden a las dos esferas. Por ejemplo la mujer que cocina para su familia pero a la vez, guarda parte del alimento para algún empleado temporal o para venderlo. Estas dos razones son parte de la explicación de los importantes subregistros encontrados en las cifras oficiales sobre trabajo y empleo, aparte del uso de instrumentos de medición que al no contemplar lo anterior, resultan ineficientes. Las formas convencionales de medir la PEA y el empleo, así como los formularios aplicados no logran salvar esta dificultad. Por otro lado, las propias productoras no reconocen que muchas de sus tareas sean "trabajo", 3 Ver Chiappe,2002; Vitelli,2005 sino que consideran que son funciones de colaboración propias de las mujeres. En consecuencia debemos ser conscientes de que trabajamos con información que nos aproxima pero no refleja fielmente la "carga global de trabajo" 4 b) La Participación De Las Mujeres Rurales En El Mercado De Trabajo que asumen las mujeres en el medio rural. Dentro de esta carga global de trajo se incluyen las tareas de los cuidados, las domésticas y las de reproducción. Estas actividades son esenciales para que se puedan llevar a cabo las tareas reproductivas y la reproducción social en el campo. Para culminar este breve dimensionamiento de las mujeres rurales en el Uruguay se analiza la combinación de la dimensión territorial y la participación en el mercado de empleo. Ambas serán objeto de análisis específicos orientados a dimensionar desigualdades en la próxima sección. (Participation of Rural Women Inside Labour's Market) Históricamente el trabajo de las mujeres en general y de las mujeres rurales en particular ha sido invisibilizado por las distintas sociedades en función de lo afirmado antes. Este fenómeno no ha escapado a los registros estadísticos oficiales, los que no siempre han podido reflejar fielmente la participación de las mujeres en la economía rural. Sin embargo, a pesar esa subvaloración acerca de la participación femenina en el mercado, es posible concluir que el peso relativo de las mujeres en el trabajo y la economía es alto, habiendo crecido rápidamente en las últimas cuatro décadas. 5 Algunas investigaciones y estudios recientes han logrado visibilizar y dimensionar la contribución de las mujeres a la economía y el desarrollo rural. En las diversas formas de participación de las mujeres, es posible identificar claramente prácticas gerenciales, de administración y organización de las tareas de producción y reproducción de las unidades familiares y su participación directa en las actividades agropecuarias (Banuett, 1999). A continuación se intentará analizar la participación de las mujeres rurales uruguayas en el mercado de trabajo buscando establecer si su desempeño se da en contextos de Fuente : Encuesta Continua de Hogares 2011 El primer punto a destacar que surge del cuadro anterior, es que el porcentaje de desocupadas mujeres es más del doble que el de los hombres. Si bien a nivel general en el país, la desocupación rural es baja comparada a la urbana, el hecho de que proporcionalmente sean más las mujeres que buscan trabajo y no lo encuentran, es un indicador claro de desventaja para la población femenina en este medio en comparación a la masculina. Otro factor que se destaca para las mujeres rurales es el peso que toma la categoría "realiza quehaceres del hogar" que llega al 20%, es decir: una de cada cinco mujeres se encuentra en esta situación. Mientras tanto tan sólo el 0,6% de los hombres se registra en esta condición. Esto, además de confirmar lo dicho antes: que las mujeres rurales son responsables del trabajo doméstico, deja planteada al menos una gran cuestión: ¿son éstas mujeres efectivamente económicamente inactivas o participan en tareas económicas y productivas que no se reconocen como tal? Desde los estudios rurales con perspectiva de género ha quedado demostrado que una limitación importante de las estadísticas nacionales en la región es la de subvalorar la participación económica de las mujeres rurales. Esta situación influye en la construcción social de cómo se valorizan y asignan las tareas tanto a hombres como a mujeres. (Osorio, 2011, Vitelli, 2005) Si nos detenemos en los rubros en los que trabaja la población femenina que reside tanto en zonas rurales dispersas como nucleadas de hasta 5.000 personas, parece de relevancia examinar en qué sector de actividad se encuentran. Como se puede observar, la participación femenina dentro del total de población activa en el medio rural es alta. En el sector agropecuario representa el 32% en el total, mientras que para el resto de la economía se ubica en el 68%. Sin embargo, para poder examinar en profundidad la situación de estas mujeres integrantes de la PEA -porque han declarado que "trabajan" o "buscaban hacerlo"-es relevante analizar en qué condición de actividad se encuentran. Como se verá a continuación, el pertenecer a una categoría o a otra implica muchas situaciones diversas y tiene muchas consecuencias a nivel de género. # ( ) C Cuadro 7 Lo primero que se debe señalar es el alto porcentaje de mujeres relevadas como "miembros del hogar no remunerados". Estas personas realizan actividades económicas pero no perciben ingresos. En el medio rural se trata de productoras familiares que trabajan en el predio sin recibir por ello una retribución económica. Socialmente es generalizado el concepto de que "ayudan" a sus esposos. Si bien este porcentaje baja entre 2006 y 2011, su peso sigue siendo alto, alcanzando el 8,6%, mostrando el mayor desequilibrio entre los sexos de todas las categorías. # VI. # Las Desigualdades Sociales en el Medio Rural Del País (Social Inequalities in Rural Areas at the Country) Una de las dimensiones más importantes para medir desigualdades es el ingreso. Con la advertencia de que cuando se trabaja con promedios se encuentran dispersiones importantes, de todos modos este es un indicador válido que revela y nos ayuda a mostrar cómo se establece una brecha importante de género en esta dimensión. Cuadro 8 *En $ uruguayos. Conversión aproximada -abril 1 U$S= 20$uruguayos Como se observa en el cuadro anterior, si se considera la población total de las zonas rurales, los ingresos promedios de las mujeres representan en el año 2006 un 33% del ingreso masculino en las zonas dispersas y un 40% en el total rural. Esta situación comenzó a mejorar a partir de una nueva administración de gobierno -que a partir del 2005 implementó una serie de medidas sociales a partir de las cuales las mencionado la pobreza se redujo en términos generales en todo el país, y que el medio rural fue uno de los más beneficiados 6 6 Ver INE, 2012 debido al crecimiento de la producción agropecuaria y al aumento de precios de los alimentos a nivel internacional. Algunas políticas específicas de transferencias implementadas por el Estado, como el del pago de asignaciones familiares por los hijos, y que es cobrado por las madres, pudo haber colaborado en la disminución de la brecha en los ingresos. Esto lo sugiere el hecho de que -como muestra el mismo cuadro -para el año 2012 el ingreso promedio femenino representa un 56% del masculino en poblaciones de hasta 5000 habitantes y un 52% en la población total rural. No obstante lo anterior es relevante señalar que si bien la situación general de las personas ha mejorado, la brecha de género se mantiene. Esto se puede concluir si se observan ahora sólo las personas que trabajan. En este caso se refleja la situación diferencial de las mujeres que -considerados sólo sus ingresos por actividad laboral sin sumar otro tipo de prestaciones-están con una brecha mayor con respecto a los hombres. Como se muestra en el siguiente cuadro, si bien la situación ha mejorado con respecto al año 2006, el ingreso promedio de las mujeres ocupadas representa el 57% de los ingresos masculinos en las zonas dispersas y el 58% si se considera el total rural. Por otro lado, para mejorar la estimación de la brecha de género existente en los ingresos, se utilizó la mediana o sea el valor central por donde se ubica la mitad de los resultados que están por debajo y la mitad que está por encima de esa cifra. Este cálculo permite evitar la dispersión que puede ocurrir en el caso de promediar los ingresos. En los siguientes cuadros se presenta este cálculo mostrado en "valor hora de trabajo" en pesos uruguayos. # Cate goría de ocupación principal de ocupados s e gún s e xo e n la ruralidad # Cuadro 10 Mediana de ingresos y brecha de ingresos por hora de trabajo entre hombres y mujeres ocupados en el sector agropecuario Como surge del cuadro 9, en el sector agropecuario la "brecha" o distancia del salario pagado por hora entre hombres y mujeres es del 74%, mientras que en el resto de la economía esta brecha se ubica en el 90%. Si ahora se compara el salario por hora entre el medio rural y urbano los valores se ubican tal como muestra el siguiente cuadro: Cuadro 11 Brecha de ingresos por hora de trabajo entre hombres y mujeres ocupadas en el medio rural De lo anterior surge algo bastante revelador, las mujeres rurales no sólo tienen una brecha de género importante en sus salarios, sino que si vemos su situación en relación a las mujeres urbanas, también se encuentra una disparidad enorme. El valor de la hora pagada a las mujeres rurales es un 34% menos que el que reciben las mujeres en las ciudades. Mientras tanto la brecha entre sexos se mantiene en el medio rural representando el 78%. Como síntesis de estos dos cuadros, surge que la mujer en el medio rural está sufriendo una discriminación en su remuneración en virtud de su sexo, pero también está en cierta forma discriminada en cuanto a su condición de "rural", estando en peor situación que las mujeres urbanas. Para realizar un diagnóstico más amplio de la situación "de clase" de la población rural -y para no caer en un excesivo enfoque economicista -es fundamental también considerar la variable educativa. En Uruguay, históricamente, desde la reforma Vareliana 7 la educación primaria se extendió por todo el país, por lo que tradicionalmente los niños de las áreas rurales tenían posibilidad de educarse. No obstante lo Desde hace un par de décadas, el crecimiento económico del país, junto a una batería de políticas implementadas por una nueva administración de gobierno, ha permitido nuevamente mejorar el acceso de la población rural a la educación primaria. Sumado a lo anterior, las políticas implementadas por la empresa estatal de comunicaciones anterior, en la práctica, -y muchas veces ante la ocurrencia de crisis económicas y su impacto en las familias de los pequeños productores-los niños han debido desertar del sistema educativo, ya sea por períodos en los que trabajan con sus familias en el predio, o definitivamente abandonando la escuela. Para la cultura predominante en el medio rural del país, el trabajo de estos niños es considerado -al igual que el de la mujer-una ayuda necesaria. 8 que dio mayor accesibilidad a internet en las áreas rurales, y el "Plan Ceibal" 9 han generado impactos importantes en cuanto al acceso a la información y educación, no sólo de los niños, sino también de sus familias. Considerando que la educación es una puerta y una vía que debería permitir mejorar la situación y las condiciones de vida de las personas, en este contexto nos interesa saber qué sucede en términos de género con esta variable. Fuente: Censo 2011 Una primera consideración, es que la población que sólo realizó la primaria o nunca asistió a la escuela en las zonas rurales más que duplica en términos generales a la del resto que viven en ciudades. Si bien no se presentan acá los datos, se puede comprobar que básicamente quienes nunca asistieron a la escuela es la población de mayor edad. 10 Como contrapartida quienes finalizan la enseñanza secundaria es aproximadamente el doble en el medio urbano que en el rural. No extraña, por tanto, que la población que finalizó la enseñanza terciaria casi se triplique en las ciudades. En este tema es importante subrayar que -si bien el porcentaje general no es muy alto-en términos de comparación entre los sexos, el nivel educativo de las mujeres en el medio rural es más elevado que el de los hombres. Tal como se observa en el cuadro anterior, la población femenina rural que ha finalizado el bachillerato o estudios terciarios es superior que la masculina. Esto se explica -en parte-porque las mujeres tienen menores oportunidades de trabajo en sus localidades y suelen continuar los estudios más que los hombres. Esto que debería reflejarse en una mejor situación en general para ellas, tal como se vio en el apartado anterior no es así, ya que las mujeres están sobrecalificadas y trabajan en empleos con bajos salarios. # VIII. A Modo de Reflexiones Finales (Final Thoughts) Como síntesis, y a modo de presentar algunas reflexiones parece importante destacar y volver a algunos puntos que se desprenden del análisis presentado en este trabajo. Las mujeres en la ruralidad, vinculadas a la misma ya sea por trabajar en este sector de la economía o por vivir en el campo y en pequeñas poblaciones se encuentran en una situación de desventaja social en referencia a los hombres, así como también con respecto a las mujeres urbanas. Más allá de las consideraciones de tipo teórico, y dejando de lado otros eventuales indicadores, seleccionadas las variables de empleo, ingresos y educación, la información recogida por las estadísticas oficiales -aún con subregistros-indica que: ? las mujeres en el medio rural tienen más alto nivel educativo ? no obstante esto, en lo que hace a la esfera económica y del trabajo, tienen más dificultades para conseguir empleo, y perciben menores ingresos ? vinculado al punto anterior, tienen un mayor peso en el renglón que mide a los trabajadores familiares sin remuneración. En términos generales se podría afirmar que la situación de la población femenina rural en el país ha mejorado con respecto a su situación antes del año 2005. A partir de entonces, las condiciones favorables del agro uruguayo y algunas políticas sociales específicas de reducción de la pobreza a nivel general, incidieron en esta mejora. No obstante lo anterior, en términos de género, la brecha aún se mantiene. Parece entonces confirmarse que -a las desigualdades propias de la clase-las mujeres rurales deben sumar las inequidades de género. ![Vitelli ? & Victor Borrás ? I.](image-2.png "Rossana") ![, Work and Gender) a) Definiendo El Concepto De Ruralidad (Defining a Rural World Concept)](image-3.png "") Cuadro 6Rural DispersoRural nucleadoTotal ruralPorcentaje AbsolutoPorcentaje AbsolutoPorcentaje AbsolutoActividad agropecuaria46.7%251487.1%229131.927439Actividad no agropecuaria53.3%2866592.9%2990168.158566Total100.0%53813100.0%32192100.0%86005Fuente: ECH 2011 20062011HombresMujeresHombresMujeresAsalariado61,0%58,8%56,5%55,2%Patrón9,3%4,4%9,9%7,0%Cuenta propia26,9%22,4%31,7%29,1%Miembro del hogar no remunerado2,6%13,7%1,6%8,6%Otros0,2%0,7%0,2%0,2%Fuente: Encuestas Continuas de Hogares 2006 2011Ingresos promedio por persona por cualquier concepto según sexo y región*20062012Pob.< 5 mil Rural dispersaTotal rural Pob.< 5 mil Rural dispersaTotal ruralHombre448362025364111761263311727Mujer229720662188626156766059Brecha51,233,340,856,044,951,7Fuente: ECH 2006 y 2012 Cuadro 12Máximo nivel educativo alcanzado por población de 25 años y más según sexoLocalidades menores de 2 mil habitantes y ruralidad dispersa %Población urbana >2 mil habitantes %HombresMujeresHombresMujeresPrimaria605532,332,6Secundaria, 1º.nivel19,117,323,718,7Secundaria, 2ºnivel10,114,119,620,6Educación técnica3,31,96,54Terciaria5,39,516,922,8Nunca asistió2,22,211,3Se conoce como Reforma Vareliana a la obra de reforma dela enseñanza primaria realizada por José Pedro Varela en 1876 ennuestro país.8 Antel9 "Una computadora por niño". Programa oficial que implicó elotorgamiento gratuito de notebooks a todos los niños que concurrena las escuelas públicas y que se extendió posteriormente a algunoscolegios privados. ( )C 20 2 © 2013 Global Journals Inc. (US) Year * Perspectiva de género en la nueva ruralidad. IICA MarcelleBanuett 1999 * Uso del tiempo y trabajo no remunerado: división sexual del trabajo y contratos de género. Un estudio de caso en el medio rural familiar. En "Relaciones de género en el medio rural uruguayo: inequidades "a la intemperie Karina;Batthyány Piñeiro Vitelli CoordinadoresCardeillac 2012 en imprenta * Estructura Social y Estratificación. Reflexiones sobre las Desigualdades Sociales. Miño y Dávila Editores RosalíaMartínez 2005 Argentina * La emergencia de género en la nueva ruralidad. En Revista Punto Género No1 CarmenOsorio 2011 Abril * Comp.), "¿Una nueva ruralidad en América Latina? 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