The Second Stage of Reconnaissances in California (1580-1636) La Segunda Fase De Reconocimientos En California (1580-1636) Jesús M Porro Gutiérrez Resumen-Abordamos en el estudio la realidad de la segunda fase de las exploraciones hispanas en el ámbito californiano y la costa pacífica septentrional, prestando especial atención a los desarrollos cartográficos derivados. El interés estratégico por asegurar la ruta hacia Filipinas y la Especiería motivó nuevos reconocimientos al norte de California, lo que desencadenó una serie de fantasías sobre el supuesto estrecho de Anián, que en latitudes polares comunicaría ambas vertientes del Océano. Tras la quimera de los teóricos periplos de Fuca y Ferrer, el esfuerzo se concentró en reconocer el litoral exterior de la península de California, buscando posibles bases de apoyo en la ruta de retorno de los galeones de Filipinas. Las expediciones de Vizcaíno permitieron mantener el interés en aquel ámbito, pero las empresas perlíferas de los Cardona y las derivadas fracasaron. Abstract-This paper deals with the second stage of Spanish explorations in the Californian area and the Northern Pacific coast, focusing on their cartographical results. The stategic attention to protect the way to the Philippines and the Spice Islands caused new reconnaissances North of California, which triggered several fantasies about the alleged Anian Strait, which supposedly connected both sides of the ocean in the polar latitudes. After illusion of the supposed voyages led by Fuca and Ferrer was over, interest focused on the exploration along the outer coast of the California peninsula, in order to discover some bases for the Manila gelleon's return. Interest in that area was proven by Vizcaino's expeditions, but the search for pearls carried out by Cardona and others was a failure. # I. Introducción unque el tema de las expediciones a California durante los años mencionados ha sido suficientemente tratado, el objetivo que nos hemos marcado ha sido conceder prioridad a los aportes cartográficos derivados y, a través de la exposición y el comentario de tales mapas, plantear el conocimiento de los españoles sobre el ámbito californiano y las diversas ideas, divulgadas después por el mundo cultural europeo, sobre la insularidad o peninsularidad de aquel espacio. Puesto que las empresas de Ulloa y Cabrillo no sirvieron para satisfacer plenamente las expectativas geográficas creadas, quedaba pendiente resolver la cuestión del delineamiento del litoral noroeste de la Nueva España, objetivo que paradójicamente sólo se consiguió parcialmente durante la segunda expedición de Vizcaíno (debido al error de fray Antonio). En cuanto a las fuentes para la elaboración del presente estudio la bibliografía utilizada ha sido complementada con algunas colecciones documentales y referencias de archivo, si bien concedemos particular importancia a los desarrollos cartográficos conservados en la época, incidiendo en los derivados de las expediciones mencionadas. Al confirmarse en España el éxito de la expedición de Magallanes-Elcano, se planteó una política de exploración de las costas del Mar del Sur, con vistas a fortalecer la ruta de acceso a la Especiería: tras los diversos intentos fallidos de Cortés (1532-1535), el periplo californiano de Ulloa (1539-1541) fue más exitoso, renovando las esperanzas de una provechosa presencia al norte, pero la realidad del viaje Cabrillo-Ferrelo(1542-1543) rebajó las expectativas de las aspiraciones sobre la exploración sistemática y ocupación del amplio territorio comprendido entre la península de California y su prolongación septentrional 1 , por lo que la Corona se desentendió durante varias décadas de aquel ámbito. Sin embargo, a raíz de la implantación hispana en las Filipinas y el éxito obtenido por Urdaneta en la ruta del tornaviaje (1565) 2 , junto a la inquietud sembrada por las noticias sobre la presencia de corsarios ingleses en la fachada pacífica, se planteó retomar la cuestión californiana por su importancia estratégica, ante la necesidad de blindar la ruta hacia Filipinas y las Molucas por la vía del Pacífico. El suceso coincidió con el comienzo de los rumores sobre el estrecho de Anián (quizá por la provincia china de Ania mencionada en una edición de 1559 del libro de Marco Polo), cuya primera referencia cartográfica apareció en un mapa de Giacomo Gastaldi en 1562, indicando la tardía pervivencia de algunas sugestiones relativas al ámbito americano y su capacidad de crear nuevos mitos 3 .Además, la Corona consideró (aunque finalmente desechó) la posibilidad de abrir y apuntalar una vía de comunicación hacia Oriente, sorteando los territorios americanos por la parte más septentrional del continente. A continuación expondremos los intentos de finales de la centuria y primeras décadas del XVII, centrándonos en sus consecuencias cartográficas 4 II. Las Fantasías Sobre el Pacífico Norte y el Dominio Estratégico de la Ruta Entre Filipinas y Nueva España (1580-1596) , hasta apurarse esa segunda fase con un nuevo desencanto que provocaría en 1636 el siguiente parón en las empresas californianas. El deseo de fortalecer la reciente ruta abierta entre la Nueva España y las Filipinas incidió en el consiguiente planteamiento estratégico, que afectaría a la zona más septentrional del inmenso océano (debido al sistema de vientos y corrientes necesario para transitar al regreso de Manila) y, por consiguiente al litoral más occidental del virreinato. Debido a su experiencia marítima en el ámbito del Pacífico, Francisco Gali fue elegido por el virrey interino Pedro Moya de Contreras para dirigir una expedición de Acapulco a Manila, con la idea de acometer desde allí la exploración de la fachada pacífica septentrional americana; Gali zarpó en enero de 1583 y tras permanecer un año en Filipinas organizando la empresa, emprendió el regreso en julio del siguiente, llegando a Acapulco en enero de 1585; en el periplo había reconocido algunas islas del Océano así como la costa completa de California 5 3 Sobre el particular Gil, 2019. 4 No sólo por los avances geográficos, sino también por las posibilidades que ofrece el estudio de los mapas como herramienta para el conocimiento de la historia de la cultura (arte, ciencia, tecnología, etc). Tenemos presente la máxima de Bryan Harley de que todos los mapas constituyen representaciones de poder, idea desarrolladas en varios de sus trabajos: Maps, Knowledge, and Power, Silences and Secrecy: The Hidden Agenda of Cartography in Early Modern Europe, Deconstructing the Map, Historical Geography and the Cartographic Illusion, Power and Legitimation in the English Geographical Atlases of the Eighteenth Century, recopilados y publicados en una obra póstuma, Harley, 2001. 5 Ello le permitió escribir una relación titulada Viaje, descubrimientos y observaciones desde Acapulco a Filipinas, desde Filipinas a Macao y desde Macao a Acapulco, cuyo manuscrito acabó en poder de Jan Huygen van Linschoten, quien lo publicó en holandés como Derrota de las Indias (Amsterdam, 1596, 1614 y 1626), siendo luego traducido y editado en inglés, alemán, latín y francés. . El propio Moya confió a Gali la responsabilidad de una segunda exploración por el ámbito septentrional del Pacífico, con el cometido de perfilar los litorales y encontrar un puerto que sirviera de escala y refugio a los barcos procedentes de Manila, antes de recalar en Acapulco o El Callao 6 El nuevo virrey Álvaro Manrique de Zúñiga decidió organizar una nueva expedición, con el objetivo de confirmar y completar los informes de Gali, recayendo el mando en Pedro de Unamuno, marino que se encontraba en Manila en 1587. Tras cruzar el Pacífico llegó a la bahía de Monterrey, donde una espesa niebla le impidió inspeccionar la zona, navegando al sur hasta el cabo de Corrientes, allí supo de la presencia de corsarios ingleses (quizá Cavendish o Drake) y acelerando el viaje recaló en Acapulco . En marzo partió hacia Manila donde, esperando órdenes, falleció en enero de 1586. # 7 Por aquellos años los rumores sobre la existencia del supuesto estrecho de Anián (que permitiría una comunicación entre el Atlántico y el Pacífico) circulaban con asiduidad en los ambientes marítimos y comenzaron a ser reflejados en la cartografía . Para prevenir sobresaltos aconsejó el establecimiento de una colonia en la bahía de Banderas. # 8 . Michael Lok, comerciante que patrocinó los periplos atlánticos de Martin Frobisher buscando el supuesto paso (influidos ambos por la publicación de una obra de sir Humphrey Gilbert sobre su viabilidad), elaboró en 1582 (con los datos aportados) un tosco mapa en proyección polar, con desarrollo en abanico, reflejando la sugestión del paso 9 e información suelta sobre las exploraciones de portugueses y españoles ("Mare Bermejo"), siendo particularmente confusa la representación de la fachada norteamericana desde "Norembega" al norte: la península del Labrador aparece como tierra de la reina Isabel, la isla Baffin es llamada Lok y menciona el estrecho de Frobisher (actual Hudson); el intento por señalar el supuesto litoral del Pacífico es muy pobre 10 6 Presumiblemente el plan recogía también las inquietudes de fray Andrés de Aguirre, expresadas en su carta al Arzobispo y Gobernador de México, en 1583, sobre el descubrimiento de las islas de Armenio, en el Mar del Sur, para favorecer el regreso de las naos de Oriente, encontrar posibles islas y reconocer al norte de los 41º de latitud, averiguando los secretos de la costa y la cercanía del estrecho de Anián, que se suponía situado a 52º; vid. el doc. En Pacheco-Cárdenas-Torres Mendoza (eds.), Colección de Documentos Inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organización de las antiguas posesiones españolas en América y Oceanía, (CoDoIn América), vol. XIII, Madrid, 1870, pp. 545-549. 7 Vid. Wagner, 1923, pp. 140-160. 8 Desde el mapa de Bolognino Zaltieri de 1566, el estrecho apareció en ejemplares de Abraham Ortelius (1570), Joan Martínez (1572) y André Thevet (1575) y luego en los posteriores a Lok. 9 El mapa de Lok apareció impreso en una obra de su amigo geógrafo Richard Hakluyt, Diverse Voyages, Londres, Thomas Dawson, 1582. 10 Pese a sus limitaciones el mapa es más decoroso que el del propio Frobisher, fruto de su tercer viaje. .El ejemplar de Lok encajaría en lo que Harley, denominaba deconstrucción de significados de los mapas como expresiones de poder, incidiendo en el carácter político de los elementos simbólicos de los mapas, y su manipulación en beneficio de los intereses de los poderosos 11 Un extraño y casi desconocido personaje llamado Ioannis Phokas (natural de Valerianos en la isla de Cefalonia), reconvertido en Juan de Fuca . Regresando al espacio más septentrional americano, los tres periplos que desarrolló John Davis en 1583, 1586 y 1589 sirvieron para intentar conocer aquel ámbito (el estrecho que lleva su nombre) pero sus resultados prácticos se vieron muy limitados por la barrera constante de témpanos helados. 12 , alegó haber navegado al servicio de España durante cuarenta años, reconociendo la costa al norte de California; en 1592 afirmó que había observado la inflexión hacia el noroeste del litoral y reconoció una gran entrada, con varias islas y canales; al regresar a la Nueva España no fue creído, y volvió a Europa 13 Fuca no fue el único en afirmar haber navegado por aquella zona, pues en 1609 Lorenzo Ferrer Maldonado escribió una Relación del descubrimiento del Estrecho de Anián . Aunque vaga e imprecisa, la descripción de Fuca concuerda con la mayoría de los accidentes geográficos que presenta el estrecho con su nombre (al sur de la actual isla de Vancouver); pensó que conducía al Atlántico, confundido ante la enorme anchura del canal. # 14 , en la que exponía que descubrió el paso en 1588, en un periplo saliendo de España hacia Labrador, pasando por el estrecho de Davis, "dos bocas 15 " (actual bahía Baffin) y, hacia el oeste, tras subir hasta los 75º de latitud, navegar un trecho largo hasta desembocar "todo el estrecho del Labrador, que como dicho es comienza en sesenta grados y acaba en 75, y tiene de largo doscientas y noventa leguas"; luego navegando al Oeste, cuarta al Suroeste, estaba a 71º y ahí haciendo "la vuelta del Oes-Sudoeste" bajó a los 60º hasta el estrecho de Anián e incluso navegó un tramo más al sur 16 11 Harley, 2001. 12 Fuca, Ferrer y Fonte fueron los tres individuos que, por sus exageraciones y fantasías, recibieron de Martín Fernández de Navarrete el apelativo de "viajeros apócrifos". 13 Su figura hubiera pasado desapercibida de no haber sido por Lok quien, durante su etapa como cónsul inglés en la Compañía de Levante, afirmó haberlo conocido en Venecia en 1596 (James Mc Dermott, "Lok, Michael (1532-1620)", Oxford Dictionary of National Biography, Oxford University Press, 2004). 14 CoDoIn América, vol. V, Madrid, 1866, pp. 420-447. 15 "?la una dellas corre al Es-Nordeste, y la otra al Noroeste ? se ha de poner la proa en el Noroeste, entrando por aquel Estrecho"; ibídem, pp. 424 y 425. 16 "?fuimos costeando por la parte de la América ? la proa en el sudeste hasta llegar a los 55 grados de altura ? y de aquí se coligió ser toda aquella costa de la América, y que continuándola podía llegar brevemente a Quivira y cabo Mendocino", ibidem, pp. 428 y 429. La edición de Carlo Amoretti, de 1811, incluye un peculiar dibujo, con los litorales y la orografía del supuesto estrecho. . La relación de Ferrer levantó mucha polémica y se consideró que el pretendido viaje fue una farsa 17 , pero Volviendo a los periplos documentados, el de Gali sólo había proporcionado una buena relación, sin apoyo cartográfico (que paradójicamente fue utilizada por los enemigos holandeses e ingleses para hostigar a los españoles en el ámbito del Pacífico), y el de 17 En el siglo XIX el tema fue tratado críticamente por parte de Fernández de Navarrete, Martín y Eustaquio, tomo XV, 1849, pp. 71-93 (Ferrer), 102-112 (Fuca), 134-158 (Fonte); también Novo y Colson, 1881. Una visión crítica más reciente en Wagner, 1931, pp, 179-234. 18 Alude a un gran peñón o isleta en medio del estrecho, CoDoIn América, vol. V, p. 434. En 1906 el explorador noruego Roald Amundsen demostró (siguiendo parcialmente el teórico periplo de Ferrer) que el paso del noroeste conducía a un estrecho donde a los 60º se accedía al Pacífico. 19 Todavía en la época de la Ilustración había no pocas dudas respecto al supuesto estrecho y sólo al final se desveló ser una quimera; vid. Urteaga, 1987, pp. 7-34. Bibliografía más reciente sobre Anián en Gil, 1989 y 2019, con un capítulo dedicado a los secretos de la California (pp. 199-204) y otro sobre el Estrecho de Anián (pp. 415-440) y Pimentel, 2003, quien dedica un capítulo al paso del Noroeste y las figuras de Ferrer, Fuca y Fonte (pp. 111 y sigts). 20 El mapa tenía por objeto ilustrar la circunnavegación de Drake y portaba una cartela: Vera Totius Expeditiones Nautica. 21 Aparecieron publicados en su Speculum Orbis Terrae, editado en Amberes ese año. 22 Se trataba de su planisferio, pronto famoso, titulado Typus Orbis Terrarum, incluido en la primera edición del Theatrum Orbis Terrarum, Amberes, obra que debido a su notable éxito, fue objeto de sucesivas ediciones los siguientes años. plantea referencias geográficas, de rumbos y latitudes realmente inquietantes 18 . Es posible que Ferrer visitara Terranova antes de la fecha de su polémica Relación y evidentemente estaba familiarizado con los viajes de Davis y Frobisher. Aunque la Corona rechazó el proyecto de Ferrer -pese a los deseos de contar con una nueva ruta septentrional de comunicación con sus dominios en Extremo Oriente-, la sugestión del supuesto estrecho de Anián volvió a cobrar vigencia 19 en el plano cartográfico, como demuestran la aparición, pocos años antes, del mapamundi de Jodocus Hondius de 1588 20 (donde figuraba dibujado entre las dos grandes masas septentrionales asiática y americana, justo donde casi se juntaban) y los tres diseños del también holandés Cornelis de Jode: su mapa del estrecho (con el trazado de su teórico perfil, entre el noroeste americano y una larga franja de tierra boreal), el del paso (muy alargado en anchura, por efecto de la proyección Mercator, y cortando la masa boreal del continente) y un tercero sobre los polos (en la proyección polar de la parte septentrional se observa claramente el doble ámbito estrecho-paso, comunicando los dos océanos tras rodear toda la superficie occidental y norteamericana), todos de 1593 21 , y presumiblemente influidos por el de su ya citado compatriota Ortelius(en el planisferio se observan claramente el estrecho y el paso, pese a la situación del primero en el corte externo del mapa por ambos extremos) de 1570 22 . Unamuno había finalizado con un evidente fracaso estratégico. En esa tesitura, el virrey Luis de Velasco y Castilla deseaba contar con un puerto seguro donde los galeones pudieran refugiarse y las tripulaciones a un experimentado navegante y explorador portugués, Sebastiâo Rodrigues Soromenho, para capitanear un galeón de Manila, en la ruta de regreso a Nueva España, con el encargo de reconocer la costa de California 23 Pese a los modestos resultados de la empresa de Cermeño, el reflejo cartográfico del ansiado paso del noroeste y los reconocimientos en el Pacífico norte fueron objeto de atención (aunque la política de sigilo del Estado imponía restricciones en lo relativo a navegaciones y cartografía), pues en 1597 aparecieron en los planisferios de Luis Teixeira y Joâo Baptista Lavanha, quienes trabajaron juntos en un proyecto . En julio de 1595 partió Cermeño de Manila y, tras cruzar el Pacífico, en noviembre avistó tierra del litoral californiano (a 42º de latitud norte); tras varios reconocimientos los expedicionarios fueron sorprendidos en un puerto por una tormenta que provocó el naufragio del barco; salvaron una lancha y con ella lograron tocar tierra en Nayarit en enero de 1596. Tampoco ese viaje proporcionó frutos cartográficos; además, ante el fracaso económico, el nuevo virrey Gaspar de Zúñiga Acevedo y Velasco estimó que era preferible no exponer a los galeones de Manila (se habían perdido las mercancías), optando por reconocer las costas de California desde el propio ámbito novohispano. 24 que, con notables mejoras en su trazado americano, recuerda los de Ortelius y Hondius (Teixeira había colaborado con Ortelius y ambos siguieron haciéndolo durante el período de la Unión Ibérica al servicio de Felipe II). La realidad geográfica de los dos ámbitos mencionados también fue tratada por Cornelis Wytfliet en su ejemplar sobre Anián, complementado por otro del área del paso, rotulado región de Conibas 25 ; en cualquier caso los planteamientos del holandés ofrecían no pocas concesiones a la fantasía, siendo más ideológicos y mentales que reales 26 23 Fue conocido con la castellanización de su nombre y apellidos (Cermeño). Sobre el personaje y su viaje vid. Wagner, 1924, pp. 3-24; Delgado da Piedade, 2006, pp. 157-186. 24 Se trataba del Theatrum Mundi, ejemplar cartográfico conservado en la Biblioteca Real de Turín y reproducido en la colección Portugaliae Monumenta Cartographica, ed. de Armando Cortesâo y Avelino Teixeira da Mota, Imprensa Nacional Casa da Moeda, Lisboa, 1960, vol. 4, lámina 426. 25 Formaban parte de su atlas americano, cuya primera edición se publicó, en latín, en Lovaina, 1596, con el título de Descriptionis Ptolemaicae Augmentum; el siguiente año apareció la edición holandesa. 26 Encajaban en el ya citado concepto de epistemología cultural y expresión de poder, que asignaba Harley, 2001, a los mapas. . III. # Las Expediciones de Vizcaíno (1596-1603) La siguiente empresa tuvo un planteamiento más modesto y menos arriesgado, centrándose en el aprovechamiento económico. Fue promovida por Sebastián Vizcaíno quien, tras dos cortas estancias en Nueva España y Filipinas, consiguió del virrey Luis de Velasco (hijo) una concesión comercial para la explotación de perlas en la ribera occidental del Golfo de California. Con el refrendo del nuevo virrey, Gaspar de Zúñiga y Acevedo, la expedición salió de Acapulco en junio de 1596, organizando un nuevo asentamiento junto a Santa Cruz -en septiembre-, al que denominaron La Paz, pero hubo que abandonarlo por falta de mantenimientos. El capitán forzó algunas exploraciones hacia el fondo del Golfo, pero finalmente se vio obligado a emprender el regreso, llegando en diciembre de ese año a Mazatlán 27 Este segundo viaje es bien conocido . Los resultados fueron otra vez modestos y por añadidura se evidenciaron las dificultades ya conocidas desde las expediciones anteriores en varias décadas (Cortés, Ulloa y Cabrillo) sobre la dificultosa navegación hacia el norte (vientos, corrientes, tormentas) y en el amplio espacio del golfo californiano. Por aquellos años la Corona retomó el objetivo estratégico del dominio del espacio californiano. Puesto que sus conocimientos náuticos y su experiencia en el ámbito del Pacífico (tanto en Filipinas como en el Golfo de California) eran evidentes, obedeciendo una Real Orden, Vizcaíno fue reclamado en la capital virreinal, para organizar y comandar una expedición con el objetivo de reconocer y demarcar el litoral de la Alta California, además de establecer puertos de refugio válidos para el Galeón de Manila, en el periplo de regreso a la Nueva España. Los preparativos se realizaron con la suficiente antelación como para asegurar el buen funcionamiento de la empresa. # 28 , y nuestro objetivo consiste en ceñirnos a los aspectos 28 La documentación relativa al segundo viaje es más amplia: las instrucciones del virrey Conde de Monterrey, así como la relación de Vizcaíno, se encuentran en AGI, Gobierno, Guadalajara, 133; la de fray Antonio en Biblioteca Nacional de España, ms 3042, fue editada en CoDoIn América, vol. VIII, Madrid, 1867, pp. 539-560 (en el tomo va precedida de un informe del presbítero Francisco Ramírez de Arellano, pp. 537 y 538, quien apenas tres meses antes se había ofrecido "para el descubrimiento y la conquista de las Californias", CoDoIn América, vol. VI Madrid, 1866, pp. 564-566); las actas de las juntas de pilotos y cosmógrafos, así como los derroteros en AGI, Gobierno, México, 372. La cartografía generada aparece en AGI, reponerse, antes de recalar en Acapulco; por ello eligió 27 La relación del viaje de Vizcaíno se conserva en el Archivo General de Indias (AGI), tanto en Gobierno, Guadalajara, 133, como en Patronato Real, 20, nº 5, r. 17. Desde el puerto de Salagua envió su informe al Virrey. Aparte de algunas referencias bibliográficas expuestas en Porro, 2020, hay alusiones al personaje y sus viajes en Portillo, 1947; Mathes, 1973; Rodríguez, 1995, pp. 9-41; Myers, 2004. El citado Portillo, 1947, p, 173 (quizá confundido por fray Antonio de Torquemada), plantea que el regreso se produjo un año más tarde (diciembre de 1597), pero en la documentación figura 1596. geográficos y cartográficos. Vizcaíno partió de Acapulco el 5 de mayo de 1602; en la expedición participaron civiles y frailes carmelitas peritos en cosmografía (los más notables el piloto Jerónimo Martín Palacios -quien trazó los dibujos de las costas y escribió un derrotero 29 muy reputado y como tal apreciado por el Virrey y el Capitán, y fray Antonio de la Ascensión -quien además de su relación también aportó un derrotero 30 ). En el puerto de Navidad los nautas efectuaron algunas reparaciones y celebraron la primera junta 31 ; a comienzos de junio se encontraban en las islas de Mazatlán 32 y navegando hacia la punta de California fondearon el día 11 en la que nombraron bahía de San Bernabé; tras la segunda junta, permanecieron allí -con varios intentos fallidos por los vientos contrarios-hasta el 5 de julio. La punta de San Lucas (el tramo en forma de golfo comprendido entre el cabo que nombraron del Noreste y el de San Lucas) y su prolongación hacia el norte fue la primera zona de la costa californiana cartografiada (en esa expedición) tras los reconocimientos oportunos 33 Al dejar atrás el cabo San Lucas, a partir del día 8 afrontaron el cometido más importante de la expedición: explorar las costas menos conocidas; en esa fase la navegación fue lenta, tanto por el objetivo de ver todos los puertos, bahías, ríos y ensenadas, como por el problema de los vientos contrarios, casi constantes . 34 (esa dificultad, junto a la presencia de temporales ya había sido una realidad reflejada por Ulloa en su periplo de 1539-1540 y Cabrillo en el suyo de 1542). Extrañamente Vizcaíno y los suyos respetaron pocos de los topónimos anteriores 35 Mapas y Planos, México, 53. Para el periplo vid. las ya citadas obras de Portillo, 1947; Mathes, 1973 y Rodríguez, 1995. 29 Juan Bautista Muñoz realizó una copia en el Archivo General de Simancas, antes del traslado masivo de los fondos a Sevilla, que posibilitó el surgimiento del futuro Archivo General de Indias. Una copia de esta se conserva en el Archivo del Museo Naval de Madrid, ms. 0191, fols. 87-127: "Derrotero de la navegación que realizó en 1602 el capitán Jerónimo Martín Palacios ? desde Acapulco a Cabo Mendocino y entrada del golfo de California?". 31 Allí también realizó Jerónimo Martín el primero de los treinta y tres diseños cartográficos que luego serían retocados en la capital virreinal por el ingeniero, impresor y cartógrafo Enrico Martínez; vid. AGI, Mapas y Planos, México, 53, f. 59v; se trata de un diseño sencillo en el cual se detallan la línea del litoral, los diversos farallones y los datos del surgidero, además de una escala de leguas y la orientación. 32 Cartografiadas también en cit. F. 6v. 33 AGI, Mapas y Planos, México, 53, f. 60v. 34 Vid. la citada relación de fray Antonio de la Ascensión [28], p. 541: hasta el cabo Mendocino los vientos fueron casi siempre contrarios y tormentosos, dominando el Noroeste que obligaba a navegar "a la bolina, que fue un trabajo increíble, porque hubo día que no se pudo ganar una legua de camino". 35 Esa decisión complicó la reconstrucción del periplo, sólo comprensible mediante los levantamientos cartográficos oportunos. ; en su avance al norte tras señalar algunos tramos de costa y el Morro de Ensenada 36 , el piloto Martín Palacios hizo un notable levantamiento de la zona de la doble bahía de la Magdalena y Almejas, con la gran isla 37 ; luego señaló datos correspondientes a diversas ensenadas y puntas hasta las de Nuestra Señora de las Nieves y Bajos, con el siguiente entrante y arrecifes 38 ; a continuación sierras y playas hasta la isla y punta de la Asunción 39 , la Sierra que parece isla junto al Puerto de la Muerte y el de San Bartolomé 40 , y la isla de la Natividad frente a la punta de San Eugenio 41 . A primeros de septiembre se encontraban frente a la isla de Cedros y la bahía de Ballenas; tras los reconocimientos oportunos 42 La navegación hacia el norte continuó con el avistamiento de la isla de San Jerónimo, frente al cabo Bajo, luego la Punta de las Vírgenes y la isla de San Martín y la siguiente junta, reanudaron el viaje tres días después con el método de "conserva" (juntos para auxiliarse en caso de contrariedades). # 43 ; en la pequeña bahía del cabo San Simón y Judas (actual Ensenada), sobre los 32º, Vizcaíno decidió anclar para efectuar reparaciones y celebrar una junta. Una vez repuestos, el 5 de noviembre llegaron a la altura del cabo e islas de Todos los Santos, observando una gran bahía hasta la punta de Sierras 44 ; por fin el día 11 tocaron en el puerto de San Diego, frente a las islas de San Martín 45 , sintiéndose gratamente impresionados por su capacidad de abrigo y considerándolo apropiado como escala en la ruta de regreso del Galeón de Manila: allí hubo nueva junta, procediendo a su sondaje, reparaciones urgentes en las naves y búsqueda de agua y pescado. A finales de mes los nautas se encontraban frente a la isla de Santa Catalina, observando otras islitas menores 46 , pero decidieron renunciar a explorar más detenidamente, tanto por aprovechar el tiempo favorable, como por la evidencia de que aumentaba peligrosamente el número de marineros indispuestos 47 . Siguiendo su navegación pasaron por las islas de San Ambrosio y San Cleto frente a la costa de Arboleda, la isla de Bajos y punta de la Limpia Concepción 48 ; más tarde la ensenada del Roque y la punta que parece isla, para arribar ya a mediados de diciembre a la punta de Pinos y el puerto de Monterrey 49 donde, tras hacerse pública la instrucción secreta del Virrey, se tomó la decisión de enviar un navío de vuelta para transportar los enfermos y comunicar a Zúñiga la necesidad de contar con refuerzos y pertrechos para continuar la exploración; además se comprobó la buena situación estratégica del enclave, adecuado como escala para las naos de Filipinas, y la cercanía de un espeso bosque de pinos, que proporcionaría la madera necesaria para reparar o construir naves. El 3 de enero de 1603 los dos buques restantes continuaron su navegación al norte y, tras pasar por la punta de Año Nuevo, el día 7 decidieron en una nueva junta refugiarse en un puerto ya visitado antes: el que ahora llamaron de los Reyes 50 ; allí aunque informó que habían cumplido la orden del Virrey, Vizcaíno recomendaba seguir más al norte del cabo Mendocino, al menos hasta el Blanco, y si fuera posible reconocer cien leguas más de costa; puesto que la tripulación se encontraba muy mermada por las enfermedades, los reunidos aconsejaron el regreso, si bien el Capitán consiguió que aceptaran llegar hasta el cabo Mendocino; así, tras recorrer un fragmento del litoral sin incidencias 51 , observaron la punta de la Baja Grande, con la desembocadura de un río, y finalmente el Mendocino, donde señalaron la presencia de unas sierras nevadas al sur y la inflexión hacia el cabo Blanco 52 , siendo reseñable que en su derrotero Martín Palacios da a entender que llegaron a su altura 53 IV. # Conocimiento Geográfico Del Territorio y Consecuencias Cartográficas . El día 20 iniciaron el regreso, pasando por Santa Catalina el 28, Cerros el 6 de febrero y San Lucas el 11; el 21 atracaron en el puerto de Acapulco. Durante los nueve meses transcurridos en el viaje desde Acapulco hasta el cabo Mendocino la labor de exploración y asimilación del territorio que efectuaron los navegantes fue muy positiva, pues el esfuerzo realizado en la tarea de localización y señalización de puertos, bahías, cabos, ríos y ensenadas, tuvo un reflejo no sólo en los levantamientos cartográficos, sino también en las alusiones a un posible aprovechamiento económico: riqueza de perlas en las costas, variedad de pescados, presencia de ballenas, tierra fértil abundante en frutas, sierras con metales, frecuentes 50 Idem, fols. 87v y 88v, donde se observa su delineado. El piloto Francisco de Bolaños lo conocía por haber llegado allí en la expedición de Rodríguez Cermeño; vid. Portillo, 1947, p. 199. Justo al norte, en la carta se señalaba el río grande de San Sebastián. 51 AGI, Mapas y Planos, México, 53, f. 89v (costa de arboleda, doblada, de barrancas ásperas). 52 Idem, f. 90v. 53 Vid. Derrotero [29], f. 126: "? el dicho cabo Mendocino, el qual está en altura de 41º ½ ? del qual corre la costa nordeste sudueste hasta el cabo Blanco que está en altura de 43º". bosques de cipreses y pinos 54 . El periplo de regreso fue bastante rápido pues, pese a un leve retraso motivado por la separación forzosa de los dos navíos, duró sólo un mes 55 La labor cartográfica desarrollada fue notable, pues los levantamientos de Martín Palacios se vieron reforzados por fray Antonio, quien diseñó al menos un mapa . # 56 ; además, el carmelita realizó los correspondientes cálculos astronómicos, y señaló en su relación que el cabo Mendocino se encontraba a 42º de latitud norte, especificando que navegaron algo más al septentrión 57 ; por añadidura intentó algo tan difícil como ofrecer una aproximación a la longitud, transformando los grados en leguas y planteando las correspondientes equivalencias marítimas 58 (si bien, por los datos astronómicos aportados en sus cálculos, observamos un resultado bien modesto al contrastarlos con los reales). Es evidente que en el plano cartográfico los resultados del periplo fueron admirables por su rigor y precisión, pues los diseños efectuados por Martín Palacios -copiados y completados tras el regreso por Enrico Martínez 59 -permitieron reflejar con una aproximación notable los litorales californianos, siendo esa labor de gran utilidad para las navegaciones posteriores. Resulta razonable pensar que utilizando todos los planos diseñados en el viaje de Vizcaíno debió efectuarse un levantamiento cartográfico general del ámbito californiano, parecido a la reconstrucción que conservamos de la época ilustrada 60 54 Vid. la ya citada relación de fray Antonio de la Ascensión [28], pp. 546-550. 55 Suponemos que el dato reflejado en la relación de fray Antonio [28], p. 542, indica un lapsus, al señalar el 21 de marzo. 56 Idem, p. 545: "hice de todo esto una pintura geográfica"; p. 560: "hice una copiosa relación, y una pintura de la postura deste reino". Desafortunadamente en los expedientes sobre la expedición de Vizcaíno no aparece ese mapa. 57 Idem, p. 542: "pasamos aún más adelante hasta altura de quarenta y tres grados, que se llamó el cabo de San Sebastian, adonde la costa da vuelta al Nordeste y parece toma allí principio la entrada para el estrecho de Anián". Sobre la figura del carmelita y su relación con Vizcaíno, además de Rodríguez, 1995, vid. Zdenek, 1970, pp. 277-291. 58 Relación de fray Antonio [28], p. 544: "Los mapas más modernos señalan que hay desde el meridiano que corresponde a la punta de la California hasta el meridiano que corresponde al cabo Mendocino, sesenta grados de longitud; que dándole a cada grado según la cuenta de los cosmógrafos diez y seis leguas y media, vienen a ser casi mil leguas de longitud; que si fuera por la cuenta de los marineros que dan a cada grado de Norueste a Sueste a veinte y cinco leguas ? diríamos que tiene de largo por su costa y orilla más de mil y quinientas leguas". Los valores del carmelita denotan la realidad de un trabajador de gabinete, si bien las limitaciones en la determinación de la longitud afectaban a todos los pilotos. 59 Se trataba de un ingeniero, impresor, editor y cartógrafo alemán, Heinrich Martin, quien al llegar a México adaptó su nombre al castellano; el Virrey le encargó que dirigiera trabajos de desagüe en la cuenca de la capital. Se conservan 31 de los 33 mapas que diseñara Palacios, retocados por Martínez el 19 de noviembre de ese año (1603). valorar la profesionalidad de los pilotos y cosmógrafos de la expedición); también contamos con un valioso testimonio de1701: un mapa de Francisco Ponce de Orfila (sobre él argumentaremos en las conclusiones). El levantamiento de 1802 es notable, pues contiene el perfil exterior completo de la península de Baja California, y hacia el norte se prolonga un tramo de la Alta cercano al cabo Mendocino; el delineado es muy cuidadoso y contiene todos los topónimos correspondientes a los lugares avistados. La realidad, aparentemente sorprendente, de que no contemos con un mapa general por parte de Martín Palacios (sólo los aludidos diseños parciales), ni del propio Vizcaíno, junto al hecho de que no se ha conservado el ejemplar cartográfico levantado por fray Antonio, nos invitan a pensar que todavía funcionaba la política de sigilo (heredada de la primera época y reforzada durante el reinado de Felipe II) en lo relativo a los descubrimientos americanos. En este sentido cobran vigencia dos de las ideas (ya mencionadas) repetidas por Harley en sus trabajos cartográficos y que asumimos plenamente en el contexto mencionado: los mapas constituyen representaciones de poder, con un marcado carácter político y sujetos a manipulación (en el caso presente, como en otros, ocultamiento) en favor de los poderosos. Fray Antonio proporcionó en su relación muchos datos astronómicos, geográficos y cartográficos, aludiendo a la forma alargada y oblonga de California 61 , y considerando sus límites el reino de Quivira por la parte oriental y el de Anián por la septentrional (consecuentemente, incluso un hombre culto como el carmelita se dejó llevar por las fantasías y sugestiones de la época); calculó en sesenta grados la diferencia longitudinal entre la punta meridional de California y el cabo Mendocino-error no desdeñable 62 pese a sus conocimientos de Astronomía y que evidencia la gran dificultad y notables limitaciones en lo tocante a precisar la longitud en su tiempo 63 surgió a raíz de la expedición Malaspina, y lleva una cartela esclarecedora: Carta de los reconocimientos hechos en 1602 POR EL CAPITÁN SEBASTIÁN VIZCAÍNO formada por los planos que hizo el mismo durante su comisión; fue grabada por Cardano y publicada en Madrid en 1802. Se conserva en el Archivo Cartográfico y de estudios geográficos del Centro Geográfico del Ejército, Madrid, Carpeta II: Cartografía de Ultramar, nº 95, lámina 125. 61 Relación de fray Antonio de la Ascensión [28], p. 543: "Tiene toda la forma y hechura de un estuche, ancho por la cabeza y angosto por la punta". 62 Las referencias aproximadas son de 110º Oeste para el cabo San Lucas y 124´5º para el Mendocino. 63 Problema no solucionado hasta la aparición de los cronómetros navales a comienzos del siglo XVIII. -, transformando la cuenta en leguas terrestres y marítimas, en cambio mostró su dominio en el cálculo de la latitud, ofreciendo una notable aproximación (teniendo en cuenta que se desconocía el límite norte del territorio y lo estimaron por conveniencia 64 Sin embargo se produjo una curiosa paradoja (que el carmelita recogió en su relación), el informe de los integrantes de la fragata Tres Reyes, que navegaron al norte hasta los 43º, sobre la presencia de una punta de San Sebastián, junto a un río que llamaron de Santa Inés, provocó una confusión geográfica -alimentada por la ambigua exposición del religioso, quien planteó una hipótesis insular para el territorio, relacionándola con el teórico estrecho ); también estableció la latitud del puerto de Monterrey en 37º (apenas 0´5 de error), comentando que las naos de Filipinas solían repararse allí, tras haber alcanzado el cabo Mendocino como lugar más alto en su periplo de navegación hacia la Nueva España. # 65 -que tuvo sus consecuencias cartográficas durante los siguientes años -toda la centuria e incluso a comienzos del XVIII-en Europa 66 , apareciendo en los mapas un doble planteamiento erróneo en torno al mítico estrecho de Anián y la supuesta insularidad de California 67 : el primer autor que reflejó esa geomitología 68 fue Henry Briggs en su representación de Norteamérica de 1625 69 , seguido en los desarrollos zonales 70 64 Relación de fray Antonio de la Ascensión [28], p. 544: "De latitud o de ancho, tiene desde el trópico de Cancro, que es la punta de la California llamado el cabo de San Lucas, que está debajo del, hasta altura de cincuenta grados, que es lo más alto de este reino". Los valores no son desdeñables, teniendo en cuenta que el Mendocino se encuentra a 40´5º y aplicó un incremento aleatorio algo más al septentrión. 65 Idem, p. 543: habiendo hecho junta el mar Océano, que rodea el cabo Mendocino, y el mediterráneo de la California, que ambos a dos se vienen a juntar a la entrada deste estrecho que digo de Anian"; p. 544: "donde se viene a juntar los dos mares que cercan este reino en redondo, de que se ve claro cómo este reino de la California es tierra separada y distinta de las tierras del Nuevo Méjico y de la del reino de Quivira"; p. 558: "un río que se llamó de Sta. Inés ? La costa y tierra da la vuelta al Nordeste y aquí es la cabeza y fin del reino y Tierra Firme de la California, y el principio y entrada para el estrecho de Anian". 66 Curiosamente los cartógrafos lusos no cayeron en ese errorpermaneciendo fieles al rigor peninsular-, pues tanto Lavanha en su mapa de 1612, como Antonio Sanches en el de 1632 y Teixeira Albernaz en el de 1643 reflejaron la condición peninsular de la California. 67 V. # La Explotación De Las Perlas. La Empresa De Los Cardona Aunque el segundo periplo de Vizcaíno resultara exitoso bajo el punto de vista geográfico y cartográfico, ante la ausencia de fondos, la inquietud surgida por la presencia de corsarios ingleses y holandeses 71 En 1612 Tomás Cardona y dos socios obtuvieron una autorización real para iniciar una empresa de explotación perlífera en las costas de California. Al año siguiente, el propio Cardona firmó un asiento con el virrey Diego Fernández de Córdoba, Marqués de Guadalcázar, para iniciar el descubrimiento de las perlas, comprometiéndose a buscar galeones perdidos y realizar informes geográficos y cartográficos sobre California. Nicolás Cardona (sobrino de Tomás) partió en la flota que se dirigía a Nueva España en julio de 1613, encontrándose en el mes de enero de 1615 en Acapulco: participaría en la empresa de su tío, si bien navegando bajo el mando del capitán Juan de Iturbe , y la evidente dificultad para establecer poblaciones en el litoral californiano, el Virrey decidió limitarse a autorizar los planes de aprovechamiento pesquero y explotación perlífera. Así, las circunstancias estratégicas cambiaron de un planteamiento geográfico y expansivo a otro económico y defensivo. # 72 . Puesto que acababan de llegar noticias sobre la presencia de una armada holandesa en aguas del Pacífico, hubo que retrasar la salida de la expedición para asegurar la vigilancia del puerto. Una vez que juzgaron pasado el peligro, la expedición de Iturbe y Nicolás Cardona partió de Acapulco a finales de marzo de 1615 73 71 El propio Vizcaíno sería comisionado por el Virrey para proteger algunos de los puertos de la fachada pacífica. En años posteriores aumentaría el temor a la presencia inglesa: Pinzón, 2011. 72 AGI, Patronato Real, 20, nº 5, r. 18. Relación del Capitán Tomás de Cardona, de lo sucedido en el descubrimiento de las perlas. 73 El periplo aparece comentado de forma muy sucinta en la Relación de Tomás de Cardona [72], y más detenidamente en Relación del descubrimiento del reino de la California, por el capitán y cabo Nicolás de Cardona, CoDoIn América, tomo IX, Madrid, 1868, pp. 30 y tras algunas escalas en la costa pusieron proa a la punta de California donde, desde el cabo de San Lucas, remontaron hasta el puerto de La Paz -que Cardona recomendaba poblar-y reconocieron toda la costa interior californiana, cruzando hasta la parte oriental y regresando a la costa occidental del Mar Bermejo hasta la altura de 34º de latitud norte; ahí, confundido por la desembocadura del río Colorado y la sugestión del planteamiento del carmelita fray Antonio, secundó Cardona la hipótesis de la insularidad de California 74 ; en el paraje que denominaron puerto de Santa Clara decidieron emprender el regreso ante la llegada del invierno, la presencia de vientos, tormentas fuertes con aguaceros, así como la falta de bastimentos y agua; ya de vuelta, el barco más pequeño se entretuvo en recoger muchas perlas en un ostial californiano 75 , mientras la nao capitana y la fragata almiranta se dirigían a Mazatlán; en Sinaloa esta última se quedó para reparar e invernar, mientras Cardona siguió hacia Acapulco, pero fue interceptado por el corsario holandés Joris van Spilbergen en Zacatula, junto a la desembocadura del río Balsas 76 ; Cardona y algunos marineros se salvaron arrojándose al mar y nadando hasta la costa; poco después en Salagua se juntaron con Vizcaíno -quien había regresado a México tras desempeñar una misión diplomática durante dos años largos en Japón-que consiguió rechazar allí al holandés 77 A partir de entonces, tanto el tío como el sobrino intentaron mantener la explotación perlífera y organizar otro viaje a California, sin conseguirlo. Pese a los elogios sobre las posibilidades económicas que ofrecía el territorio . 78 y a la oferta de descubrir el estrecho de Anián a su costa, si la Corona les concedía la exclusiva del asiento de explotación de las perlas durante diez años entre Tehuantepec y el paralelo 38º 79 el plan no prosperó 80 California en su costa exterior desde los 23´5º del cabo de San Lucas hasta los 44º al norte, con una continua inflexión sureste-noroeste, y por la interior hasta los 34º, reafirmando que recorrió el amplio espacio del golfo personalmente y haber estado a veinte leguas de la tierra firme de Nueva Vizcaya y el puerto de Sinaloa 81 . Con toda la información obtenida Nicolás Cardona redactó una obra que publicó en 1632, y que sería conocida como la Descripción de las Indias 82 . Aunque en el terreno cartográfico su contribución es modesta, incluye los dibujos de unos cuantos puertos de la fachada pacífica de la Nueva España, no exentos de interés estratégico para la navegación; en el ámbito californiano presenta la configuración del puerto de La Paz 83 , y una parcial del golfo de California 84 , donde destaca la posición del puerto de Santa Clara, la punta de la incógnita y el mar que pasa a la vuelta del norte y, enfrente, la costa interior californiana. Por último, el mapa general de América que contiene la obra 85 VI. Los Últimos Intentos Fracasados , aunque bastante tosco, presenta -sorprendentementecon evidente claridad la condición peninsular del territorio que actualmente constituye la Baja California. Puesto que a la Corte habían llegado pareceres y memoriales con solicitudes que resultaban contradictorios, se autorizó a Francisco de Ortega a realizar una exploración informativa (y de paso buscar perlas), siendo a su costa. Partió el 20 de marzo de 1632, llevando como piloto a Esteban Carbonel, durante el mes de mayo reconoció el cabo de San Lucas y la costa occidental del golfo hasta los 27º (deteniéndose en la bahía de San Bernabé y el puerto de La Paz); regresó con algunas perlas, así como "con relación y derrotero de las yslas" 86 . El 7 de octubre de 1633 estaba Ortega por segunda vez en La Paz, pero a la vuelta su plan de proyecto poblador no fue aprobado, en parte por los costos y también debido a las reclamaciones presentadas por los Cardona ante el Consejo de Indias en 1634. El último intento de Ortega se produjo en 1636 87 81 Memorial [73], pp. 52 y 53, afirmando también (p. 57) que el puerto de Sinaloa podía ser una buena base para navegar hacia el interior de la California y descubrir el estrecho de Anián, e insistiendo en la conveniencia de poblar y defender el puerto de La Paz. 82 El título real era "Descripciones geográphicas e hydrográphicas de muchas tierras y mares del Norte y Sur en las Indias, en especial del descubrimiento del Reino de la California", escritas en 1632 y dirigidas a D. Gaspar de Guzmán, Conde de Olivares, Biblioteca Nacional, Madrid, ms. 2468. Hay una edición crítica en Mathes, 1974. 83 , terminando con el naufragio del 87 Las peripecias de Ortega están reflejadas en AGI, Patronato Real, 30, r. 2: Testimonio de los autos hechos sobre las diligencias que el capitán Francisco de Ortega hizo en el descubrimiento de la California, a que le ayudó el capitán Juan García de Mercado (1633) y navío (si bien se salvaron la mayoría de los tripulantes). Carbonel, el piloto de Ortega, veterano ya en empresas del Pacífico, consiguió en 1635 licencia para poblar el puerto de San Bartolomé y descubrir, pero puesto que su homónimo Francisco Esteban Carbonel, francés, pretendió ir de forma fraudulenta con otros compatriotas, el Virrey revocó las licencias 88 VII. # Conclusiones , siendo el galo detenido y preso en Guadalajara en aquel 1636. El provecho económico basado en la explotación perlífera y las posibilidades que ofrecían los recursos californianos fue más teórico que real, al no contar con las necesarias bases de apoyo y establecimiento, todo ello condicionado por las consabidas dificultades de navegación en el ámbito californiano, particularmente en la fachada exterior. Fue la necesidad de proteger la ruta de regreso de los galeones de Filipinas lo que provocó la recuperación del antiguo proyecto de exploraciones y reconocimientos en el litoral californiano, con la idea de descubrir posibles puertos que pudieran servir de abrigo y repuesto a los navíos en el largo viaje de retorno a la Nueva España. Esa política implicó el envío de nuevas expediciones hacia la costa noroeste mexicana con el objetivo de conseguir un conocimiento adecuado de la costa exterior de la Baja California y su prolongación septentrional. Paradójicamente, las duras condiciones de navegación, sumadas a las fantasías que comenzaron a circular sobre el ámbito más septentrional del Pacífico americano, arraigaron en el imaginario de la época, con la sugestión sobre el estrecho de Anián y sus derivaciones cartográficas. Tras los intentos frustrados de Gali, Unamuno y Cermeño en el ámbito californiano, tuvieron mayor repercusión el difuso periplo de Juan de Fuca y el supuesto (difícilmente verídico por lo confuso y enmarañado) de Lorenzo Ferrer -si bien con un impacto más psicológico que real-, pues contribuyeron a dar una vitalidad insospechada a la creencia en el teórico estrecho que uniría por el norte ambas fachadas del litoral americano: así se explican los primeros ejemplos de los citados mapas holandeses, respondiendo al criterio de epistemología cultural y simbolismo cartográfico de Harley. Pese al primer intento frustrado de Vizcaíno, su segunda expedición resultó exitosa, siendo rigurosa y científica bajo el punto de vista cartográfico, aunque la equivocada percepción de la realidad por parte de fray Antonio de la Ascensión contribuyó a fortalecer la sugestión sobre Anián, al tiempo que creó una lamentable confusión en torno a la supuesta insularidad r. 4: Testimonio de los pedimentos y autos hechos con Francisco de Ortega en razón del viaje que como cabo de su fragata hizo del descubrimiento y demarcación de la California (1636). 88 Vid. Fuster, 1998, pp, 127 y 128. Volume XX Issue XI Version I 21 ( H ) de California. Por otro lado, resulta razonable pensar que la mencionada política de sigilo debió entorpecer o anular la posible difusión de los resultados cartográficos del segundo periplo de Vizcaíno (es probable que los mapas circularan sólo en un grupo reducido de cosmógrafos y altos funcionarios del Consejo de Indias o en cortesanos del máximo rango). Así, el error del fraile carmelita implicó la segunda gran paradoja de las empresas de la costa noroeste, pues si bien los levantamientos cartográficos efectuados durante la expedición de Vizcaíno fueron muy notables, acabó imponiéndose la idea -particularmente en Europa-de California como una isla, aunque en la cartografía ibérica permaneció latente la duda (como podemos observar claramente en el caso de Nicolás Cardona), reflejándose indistintamente las dos teorías (peninsularidad o insularidad del territorio): los ejemplares de Juan López de Vicuña de 1632 89 y el padre Eusebio Francisco Kino de 1683 90 y 1696 91 (los tres regionales), así como dos anónimos (sin fecha específica pero de esa centuria) 92 muestran una isla; como península aparece (tanto en planisferios como en mapas zonales) en los de Joâo Baptista Lavanha de 1612 93 , Antonio Sanches de 1623 94 , Joâo Teixeira Albernaz de 1630 95 , la copia tardía de Antonio de Herrera y Juan López de Velasco 96 89 Ese mapa fue el resultado de los viajes del mencionado capitán, acompañando su memoria (firmada el 5 de mayo de 1629 y validada ante la Audiencia de México el 19 de noviembre de 1632, dentro de los Autos sobre el descubrimiento de las Californias); se trata de un ejemplar muy tosco, pero interesante por la presencia de numerosos topónimos y los datos de latitud en California. Debido al límite del ámbito representado en la zona septentrional no se puede establecer la insularidad o peninsularidad del territorio; en la catalogación de archivo figura como península, pero observando el extremo noroccidental en el cabo Mendocino no conviene deducir tal representación (debería aparecer el límite norte del golfo de California, y algo más al sur de la latitud correspondiente al puerto de San Diego en la costa occidental). El mapa en AGI, Mapas y Planos, México, 56; la memoria en Gobierno, Guadalajara, 133, 16r-20r. 90 AGI, Mapas y Planos, México, 76.Delineación de la Nueva Provincia de San Andrés, del Puerto de La Paz y de las Islas circunvecinas de las Californias. 91 Archivum Romanum Societatis Iesu, Roma, Teatro de los trabajos apostólicos de la Compañía de Jesús en la América Septentrional. 92 Ambos incorporados a sendos libros manuscritos, uno conservado en el Museo Naval de Madrid ([Co]pia de la Planta [?] Cuando se vino a Reconocer la California por el Rey Phelipe quarto) y el otro en la Biblioteca Nacional de España, sign. GMg/1181: Derrotero de las costas del Pacífico desde California hasta el estrecho de Magallanes (en el interior figura el mapa con el título La Ysla de la California y costa de Nueba España y todo el Reyno). 93 Prácticamente es una copia del de 1597, fruto de una reedición (vid. Nota 24). 94 Se trata de un planisferio conservado en la British Library, Londres, Add. MS 22874. 95 Figura en su Taboas geraes ?, Lisboa 1630, ms. conservado en la Bilbioteca del Congreso de los Estados Unidos, Geography and Map Division, G1015.T4. En Portugaliae [24], vol. 4, lámina 464. 96 Anónima conservada en AGI, Mapas y Planos, América Generales, 1, se le atribuye la fecha de 1650. y los varios de Kino entre 1698 y 1701 97 . Mención aparte merece el delineado exterior de la península californiana, añadido a un mapa dibujado por Francisco Ponce de Orfila 98 El hecho de que la navegación al norte del cabo Mendocino resultara particularmente dificultosa y peligrosa (al confluir varias circunstancias negativas: agotamiento o escasez de mantenimientos, propagación de enfermedades por el largo tiempo de navegación, problema de vientos y corrientes contrarios, acompañados de fuertes tormentas) provocó que, ante la ausencia de información sobre el territorio más septentrional y el efecto de la citada confusión de fray Antonio, se extendiera la sugestión sobre el estrecho de Anián y se aceptara la teórica condición insular de California, al menos con igual énfasis o convicción que quienes defendieron su peninsularidad , pues es muy interesante y aunque porta un letrero alusivo (La contra costa de la California según los mapas antiguos de Philipinas), resulta difícil por su buen planteamiento técnico atribuir su resultado a pilotos de la ruta de 98 "Carta de Navegar que contiene la costa septentrional de la Nueva España", ejemplar en la Real Academia de la Historia, Madrid, Ms. 9/4758; citado y reproducido como nº 2 por Manso, 2014, p.39. 99 Esa realidad se observa en un año tan tardío como 1701, en dos mapas del citado Ponce de Orfila, quien defendió la posición insular en el ya aludido "Carta de Navegar que contiene la costa septentrional de la Nueva España", pero también recogió la peninsular en el "Mapa de las Californias según los mapas antiguos ?", ambos ejemplares en Real Academia de la Historia, Madrid, Ms. 9/4758; citados y reproducidos como nº 2 y 3, por Manso, 2014, pp. 33-44, cit. En 39 y 40. ![of Human Social Science -Year 2020 The Second Stage of Reconnaissances in California (1580-1636)](image-2.png "") ![Para la cartografía histórica del territorioHayes, 2007; Polk, 1991; y Tooley, 1964. Una visión completa de mapas de ese ámbito en McLaughlin, 1995 y 2001. 68 Así aparece en Bernabéu y García, 2011, pp. 461-492, cit. 475. 69 El mapa de Briggs apareció publicado en Samuel Purchas, Hakluytus Posthumus, or Purchas His Pilgrimes: Contayning a History of the World in Sea Voyages and Lande Travells by Englishmen and others, Vol. XIV, Glasgow: James MacLehose and Sons. De los autores ajenos al mundo ibérico, muy pocos reflejaron la peninsularidad de California: Hondius en 1606, Blaeu en 1633, Bertius en 1646 y Hennepin en 1683 (todos en representaciones continentales o de Norteamérica) y Dudley en 1646, en sus mapas zonales californianos. 70 Omitimos la lista de cartógrafos que diseñaron California como isla en representaciones continentales o de planisferios por ser amplia, limitándonos a señalar los que reflejaron el ámbito californiano. por Vinckeboons (1650), Sanson (1656 y 1657), Doncker (1659), Du Val (1661), Volume XX Issue XI Version I 19 ( H ) Goos (1666), Mallet (1683), Morden (1687) y Coronelli (1688 y 1690).](image-3.png "") ![](image-4.png "") 991. ANTOCHIW, Michel 2007 Viajes a América de NicolásCardona, 1613-1623, Universidad de Monterrey,Centro de Estudios Históricos..Bibliografía2. BERNABÉU, Year 2020 © 2020 Global JournalsThe Second Stage of Reconnaissances in California Relación del descubrimiento del reino de la California, [73], p. 33: "todos los que fueron a esta entrada son de parecer, que la mar del río Tizón y la de la California es toda una. Según esta relación y lo que yo anduve y ví hasta los treinta y quatro grados que no cerraba esta tierra; luego la California es isla muy grande; y que este seno o brazo de mar es el estrecho que llaman de Anian". La empresa fue tratada porHernández, 1976, pp. 405-430. 75 En la Relación de Tomás de Cardona [72], fols. 3v y 4r se alude al hecho, especificando que los ostiales de esa costa prometen mucha riqueza.76 En la Relación del descubrimiento del reino de la California, [73], p. 40, se cita "en el parage de Catatula"; en el Memorial [73], p. 46, figura Zacatula, y en los mapas que acompañaron la posterior edición de la Descripción de las Indias de 1632, figura (p. 133) la costa y río de Çacatula (el Balsas).77 Memorial [73], p. 46. En la Descripción de las Indias el episodio aparece reflejado en la p. 137, donde se observa como los hombres de Vizcaíno repelen el desembarco de los corsarios.78 En párrafos diversos de la Relación del descubrimiento del reino de la California, [73], se alude a sus riquezas, p. 34: "Toda la tierra cría unos árboles pequeños que llaman mezquites, que hechan una goma olorosa como incienso. Hay pita, hayas, ciruelas, palmas, otras frutas, mucho carrizo", p. 37: "gran cantidad de lobos marinos ? para sacar aceite para el embreado de las naos, que es maravilloso y para alumbrar", p. 41: "es una de las tierras más ricas del mundo, porque en ella hay plata, oro, perlas, incienso, salinas".79 Vid. la Relación de Tomás de Cardona [72], fols. 4v-5v.80 En 1618 Nicolás viajó a España para defender la empresa y, aunque regresó a finales del siguiente, navegando por diversos lugares de la costa pacífica entre Panamá y Acapulco, en 1623 se embarcó otra vez hacia la península y ya no regresaría a América. * MapasAgi Planos 53 México f. 62v, 63v, 64v y 65v * Idem, fols. 66v y 67v * Idem, fols. 69 v, 70v, 71v y 72v * FolsIdem 73 con la isla de San Roque * Idem, fols. 75v y 76v * Idem fol. 77v * Si Comprobaron La Insularidad Portillo esa realidad no aparece confirmada, aunque sí insinuada en los diseños cartográficos, AGI, Mapas y Planos México 53 195 f. 77v y 78v * Agi MéxicoMapas Y Planos 53 79v y 80v * Idem * Idem * Idem * Tales incidencias fueron señaladas por Portillo 1947 197 * Agi MéxicoMapas Y Planos 53 84v y 85v * Idem * Martín y Eustaquio 1849 Examen histórico-crítico de los viajes y descubrimientos geográficos del Capitán Lorenzo Ferrer Maldonado Fernández De Navarrete de Juan de Fuca y de Almirante Bartolomé Fonte, Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España, Imprenta de la viuda de Calero, Madrid, tomo XV * FranciscoFuster 1998 El final del descubrimiento de América: California, Canadá y Alaska ; Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia * JuanGil Mitos y utopías del Descubrimiento ElPacífico AlianzaMadrid Athenaica 1989. 2019 3 * Española La nueva naturaleza de los mapas. 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