documentar informaciones de un pasado considerado relevante se convirtió en un erudito deseo de saber que acabaría propiciando la aparición de nuevos géneros librescos con vida propia, la paradoxografía y la mitografía. Ese deseo de erudición respondió a un renovado despertar de la imaginación y la curiosidad, pero también a la búsqueda de precedentes de prestigio. En este artículo trataremos de pormenorizar las raíces de la mitografía, nutridas en la cronografía, las historias locales, la genealogía y la mitología, así como los propósitos que buscaba, entre los que despuntó, además de un determinado objetivo didáctico, la posibilidad de asociar algunas importantes familias a grandes dioses y nobles héroes de un pasado modélico e idealizado, con la finalidad de adquirir un prestigio imborrable. # Palabrasclave: helenismo, mitografía, mitología, erudición, literatura. # I. Introducción l interés en recolectar, compilar, documentar y, a la postre, interpretar, relevantes obras del pasado heleno se desarrolló a partir del siglo IV a.e.c. Los principales trabajos a los que estos compiladores dedicaron su pasión fueron los poemas épicos homéricos (Odisea e Ilíada, la segunda más que la primera), las obras de trágicos, líricos, oradores, historiadores, comediógrafos y hasta filósofos. Los géneros librescos, paradoxografía y mitografía, brotaron de un furor sapiencial de la época helenística. Estuvieron a la sombra de las grandes bibliotecas, en especial Alejandría. Su innegable éxito estará, consideramos, íntimamente conectado a la imaginación helena y a una intrigante curiosidad. Sus proyectos, de verdadera erudición, se efectuaron decíamos, en algunas grandes bibliotecas, caso de la de Pérgamo o la célebre de Alejandría. La tarea resultaba monumental, pues primeramente había que organizar los textos antes de iniciar su estudio. Es de esta manera que el trabajo inicial debía consistir en crear grandes catálogos de las diferentes colecciones, como es el caso de uno de los dos que se atribuyen a CALÍMACO (BLUM, R., 1991, pp. 151-162) 1 . Una vez llevada a cabo tan ciclópea tarea, los eruditos podrían dirigir su atención al estudio en profundidad de las obras. Los textos, en buena medida, habían sobrevivido a una transmisión oral, en tanto que como documentación escrita habían sido objeto de copias diversas, en diferentes lugares y con variados propósitos. Ello significaba, irremediablemente, la aparición de errores, en especial en aquellas obras y documentos que contenían formas dialectales o arcaísmos. Los eruditos, en consecuencia, al enfrentarse a contenidos difíciles de leer, podrían completarlos con otras versiones, tal vez más populares y asequibles en su lenguaje escrito. Muchas versiones de mitos particulares de una determinada localidad, se verían enfrentados (aunque también indirectamente reivindicados) con otras más extendidas 2 Ciertos eruditos helenísticos se empeñaron en la faena de restaurar lo que entendían era la versión original de un determinado trabajo. Su focalización sobre un texto les llevaba a elaborar comentarios y ensayos. Algunos de estos sabios veían en las obras un filón de materiales que podrían ser extraídos y utilizados de muchas maneras. De la necesidad de explicar los textos y de la consideración de la valía de los materiales que aquellos contenían, se acabarían desarrollando dos géneros con vida propia, la paradoxografía y la mitografía, cuyo desarrollo se produjo entre mediado el siglo III a.C. y la segunda centuria de nuestra era. . Tras ojear los documentos y extraer de ellos aquellas informaciones entendidas más pertinentes, los materiales se agrupaban alrededor de una temática o un foco de atención, bien fuese sobre las historias y aventuras de dioses y héroes, o bien acerca de los episodios más sorprendentes o inusuales. Nacían así, respectivamente, la mitografía y la paradoxografía, de intenciones mayormente eruditas para un público amplio y, debe entenderse, apasionado. # II. Mundo de Héroes, Divinidades e Historias Maravillosas Todas estas colecciones, escritas en una prosa plana y directa, no tienen intención evidente de efectismo literario. En buena medida, carecen de fuentes documentadas. Parece que fueron pensadas más que como un trabajo de un simple autor que se preservaría en su forma original, como un conjunto de materiales disponibles para las generaciones futuras de lectores con sus propios y particulares propósitos. En consecuencia, los escritores deben ser catalogados como compiladores más que como autores, al estar más interesados, o comprometidos, en presentar historias, brevemente y con claridad, que en alcanzar alguna suerte de efectismo literario o en elucidar la presentación de algún mito concreto en su forma más arcaica en un determinado poema o una obra trágica antigua. Es por tales motivos que no suelen mostrarse discursos, metáforas o símiles. En las compilaciones de las colecciones, no parece haber un deseo de retorno a las antiguas fuentes literarias usadas por los Del mismo modo, FLEGÃ?"N recoge noticias sorprendentes, como el descubrimiento de espectaculares tesoros, el hallazgo de grandes huesos, la presencia de animales o infantes deformes o la existencia de centauros realmente vivos. Sobre todo ello no hace comentario alguno en el detalle de las historias, ni siquiera sobre su credibilidad o las evidencias que podrían emplearse para corroborar tales fenómenos. Aunque en este caso FLEGÃ?"N busca destacar los elementos grotescos en las historias que recopila, no siempre ocurre así en todos los paradoxógrafos y mitógrafos. Así, por ejemplo, APOLODORO, cuando cuenta la historia de Idas, la introduce haciendo uso de extensos vínculos genealógicos e incluye detalles y explicaciones etimológicas 4 III. Elementos Catalizadores: Cronografía y Mitología . Se concentra, por lo tanto, en la etimología, la genealogía y las hazañas de los héroes. Ello demuestra que los autores, aunque muestran un tono similar y un estilo semejante en la compilación de materiales de trabajos previos, sus intereses concretos no siempre coinciden. El principal y más inmediato ímpetu que anima el desarrollo de la mitografía permanece en el deseo de rememorar un pasado literario, considerado brillante, culto y preservarlo. En cualquier caso, géneros como la mitología y la cronografía, al lado de las historias locales y las genealogíastambién influyeron directamente en la mitografía. En algún sentido, la mitología pudo ser contemplada como una contrapartida a la cronografía en el mundo de la Grecia antigua, en específico los catálogos en versos hexámetros que registraban los nombres de las familias o las hazañas y aventuras de héroes y deidades. Organizados por generaciones de familias, estos poemas llegaron a convertirse en unas guías cronológicas del pasado mítico, hecho que predecesores de esos compiladores, sino solamente una única, expresa y simple, pero erudita, intención de mostrar los materiales recopilados que son propios de los autores más antiguos. FLEGÃ?"N DE TRALLES en su De mirabilium libellus o Libro de las Maravillas, compilado en el siglo II, ilustra en varios casos el tipo de cuentos fantásticos característicos de la paradoxografía, ejemplificando el estilo prosaico más típico del género, así como los evidentes vínculos con la mitografía (GÃ?"MEZ ESPELOSÍN, F.J., 1996, introducción; GÃ?"MEZ ESPELOSÍN, F.J., 2000, pp. 103). En la obra proliferan los elementos del folclore. Así, sin ir más lejos, los mesenios reivindican en el compendio su sentido del pasado, que está íntimamente ligado al conocimiento que dicen tener de los poemas homéricos, un enlace a través de la mitología con el cual adquieren un mayor estatus (HIGBIE, C., 2003, 25-30 y ss.; HANSEN, W. (Edit.), 1998, 248-259; HANSEN, W., 1996, passim). posibilitaba a los griegos de tiempos históricos que asociaran sus familias con dioses y héroes de un pasado considerado modélico, confiriéndoles a esas familias un prestigio indeleble. Estos poemas sirvieron de catalizador para establecer la estructura de las historias en prosa. Algunas secciones delCatálogo de las Mujeres hesiódicosobrevivieron porque llegaron a ser parte de escolios o notas marginales en otros poemas. Así por ejemplo, la genealogía de Deucalión y su hijo Helén puede encontrarse en un escolio a las Argonáuticas de APOLONIODE RODAS, en tanto que los orígenes de Muchos mitos aparecieron en textos en prosa antes del período helenístico, pero no se puede decir que antes de esta época fuesen recopiladas sus diferentes versiones en compendios, ni que sus "historias"conformasen parte de obras propias en las bibliotecas. En lugar de ello, lo más habitual es quefrecuentemente los mitos formaran parte de alguna obra que abarcaseamplios rangos cronológicos, superando la prístina etapa divina y heroica. En tal sentido, los mitos jugaban con asiduidad un papel relevante en las narraciones de los primeros escritores de prosa como es el caso de FERÉCIDES, HELÁNICO, HECATEO o ACUSILAO. En definitiva, por lo tanto, no configuraban un catálogo propio de figuras o personalidades mitológicas. ). Los escolios son, en consecuencia, una relevante fuente de las más oscuras historias mitológicas para los lectores modernos, ya que los textos de los cuales fueron tomadas en muchas ocasiones no sobreviven. Figuras mitológicas que están presentes en obrasantiguasen prosa deben, a menudo, su importanciaalpapel que desempeñaronen el pasado para los griegos en lo tocante a debates sobre asuntos más contemporáneos (FOWLER, R.L ., 2000, p. XXVII, XXX, XXXI y ss.). La lealtad política de la isla de Salamina en las Guerras Médicas, sin ir más lejos, dependió, en cierta manera, de donde se decía quealgunas de las figuras de la guerra de Troya, como Ajax, habían nacido, vivido o incluso perecido. En su historia de estas guerras contra los persas HERÃ?"DOTOtraspasa la cesura existente entre el tiempo mitológico y el humano. Comienza su relato aludiendoa secuestros míticos de mujeres, como Europa, Io y Helena, para luego terminarcomentando la segunda invasión de Grecia por los persas en 480-479 a.C.En cualquier caso, el historiador de Halicarnaso reconoce que estas dos clases de tiempo, son de alguna manera diferentes, como muestra en su comentario sobre "la generación humana"(HIGBIE, C., 1997 IV. Los Compendios. Apolodoro, Antonino Liberal y Mitógrafo Homérico .Del mismo modo, debió reunir información, al lado de sus discípulos, de las inscripciones para proyectar los aspectos primordiales de las constituciones de las ciudades-estado helenas. Uno de los compendios mitológicos más reconocidos e influyentes fue, sin duda, la Biblioteca de APOLODORO, cuya datación, probablemente, hay que situar en el siglo I. FOCIO, conocedor de la obra y de la Diegesis de CONÃ?"N, comenta el rango cronológico de esta obra así como su particular temática. La Biblioteca, dice CONÃ?"N, útil para quien desea entender un pasado distante, abarca eso que podría denominarse las antigüedades de los griegos, que incluyen sus creencias acerca de héroes y deidades (HENRY, R., 1962, pp. 25-27;probabilidad de que APOLODORO no haya sido el autor de la Biblioteca, DILLER, A., 1935, pp. 296-313;VAN DER VALK, A.L.H., 1958, pp. 100-168; JACOB, CH., 2008, pp. 45-46 y ss.; HUYS, M., 1997, pp. 319-351). APOLODORO nombra los orígenes de ríos, pueblos y ciudades así como las historias que los rodean. Enfocándose mayormente en la guerra de Troya, finaliza con el viaje final de Odiseo y su muerte 7 . APOLODORO ofrece ciertas explicaciones, frecuentemente fundamentadas en una especie de etimología popular, en los nombres de regiones o ríos e, incluso, en algún evento de la vida de un héroe de renombre. El autor organiza su texto en generaciones familiares, un elemento cronográfico cuyo antecedente puede encontrarse en las Genealogías de HECATEO o de ACUSILAO, así como en la Teogonía o el Catálogo de las Mujeres de HESÍODO. La estructura cronológica de un pasado ordenado se convierte en una premisa innegociable. En consecuencia directa, en la Biblioteca abundan las listas de nombres, como las de héroes en las expediciones, de ríos, o de los hijos y las hijas de algún personaje. A diferencia de otros mitógrafos, dedica cierto espacio a citar sus fuentes, aunque sus referencias sean bastante poco específicas y muy breves. Así, por ejemplo, en II, 1, 3-4, acerca de la familia de Io apunta las discrepancias existentes mencionando a varios autores, entre ellos ACUSILAO, HESÍODO, ASCLEPÍADES y FERÉCIDES 8 Algunos otros mitógrafos se dedicaron a reunir historias centradas en un tema en específico. Se debe citar la obraCatasterismos de ERATÃ?"STENES (III-II a.C.) en donde el autor recoge y cuenta mitos sobre las estrellas, a PARTENIODE NICEA, que escribió en el siglo I a.C., recopilando mitos que tratan sobre el amor, y también a ANTONINO LIBERAL, escritor, probablemente del siglo II, que compiló aquellos mitos que culminaban en metamorfosis (LIGHFOOT, J. L., 1999, 16-24 y ss.; PAJÃ?"N LEIRA, I., 2011, p. 49;PAPATHONOPOULOS, M., 1968, pp. 38-39 y ss. . En muchas ocasiones, el uso de tales referencias provee versiones en conflicto de alguna historia o adiciones a la misma, en particular en lo tocante a la identificación de algún pariente. Se esfuerza, por consiguiente, en incluir las distintas fuentes pero sin tomar partido o argumentar por alguna en concreto. 9 PARTENIO DE NICEA, trasladado a Roma tras ser capturado durante la tercera guerra mitridática, compuso un trabajo mitográfico que se conoce conel nombre de Erotica Pathemata.Además de notable ejemplo mitográfico, la obra es también un referente destacado de la prosa de mediado el siglo I a.C. En ella se compilan treinta y seis historias tomadas de diferentes obras griegas que, probablemente, pudieron ser empleadas por los romanos como fuente para su propia poesía. El estilo representado es el análogo al de un pequeño libro de notas. PARTENIO no se recata en enfatizar que recolectó esas historias de autores diferentes y que desea presentarlas (lo que concretamente hace en una epístola a Cornelio Galo) como fuentes materiales que posteriormente deberían ser versificadas. La prosa carece de elegancia y estilo pero a PARTENIO no le preocupa porque piensa que las historias deben ser reelaboradas, aunque incluyan temas como la homosexualidad, el incesto u otros desastres relacionados con amoríos malhadados. ). Una de las tradiciones que se observan en PARTENIO se retrotrae a los trabajos hechos en la biblioteca alejandrina y, tal vez, a las monografías peripatéticas, en los que se extraían notas de lecturas y libros que luego se organizaban por tópicos. Tales comentarios y extractos tendrían utilidad en diferentes géneros, que incluían la mitografía y la paradoxografía, pero también la poesía o la etnografía. Por otra parte,otra tradición visible en este autor implicaba que ciertos romanos prominentes podían presentar a un cliente, especialmente si tenía una reputación por alguna obra literaria o histórica, determinadas notas para que trabajase en algún texto que mejorase su común reputación. Este fue el caso de CICERÃ?"N, quien envió notas cuando se desempeñó como cónsul a un historiador de nombre Lucio, con la esperanza de verlas transformadas en una historia que glorificase sus propias obras (CIC., Ad familiares V, 12, 10;LIGHTFOOT, J. L., 1999, p. 74; 217-220; y 221-224 y ss. 10 Las historias de PARTENIO, como aquellas de FLEGÃ?"N DE TRALLES, están repletas de motivos folclóricos, como la que relata lo que le acontece a Odiseo después de su regreso a Ítaca y tras dar muerte a los pretendientes. Aunque descargadas de pretensiones morales, estas historias podrían revestirse de intenciones de esta índole cuando otros poetas usaran este material. En términos generales, las fuentes de sus historias no son identificadas. Sin embargo, en unos pocos casos las nombra brevemente. Así, en la historia de Anteo cita a ALEJANDRO EL ETOLIO; en la de Córito menciona, en el prefacio, el nombre de NICANDRO, en tanto que en la de Biblis señala a NICETO (LIGHTFOOT, J. L., 1999, pp.219-220; 245-256 y 303-306 ). 11 Un detalle significativo de Erotica Pathemata es la presencia de notas marginales en las que se nombran aquellos autores y trabajos que también han tratado una determinada historia en cuestión. Algunas de tales anotaciones, que han podido ser revisadas, muestran ser seguras, aunque tal verificación, creemos, no garantiza que PARTENIO hubiese empleado esa obra en particular para realizar su extracto o para resumirla. ). De algunas colecciones mitográficas no es posible señalar su foco primordial o su función esencial. Quizá el más notable ejemplo del carácter misceláneo sea la arriba mencionadaDiegesis de CONÃ?"N. Este coetáneo de Augusto, reunió unas cincuenta historias en las que está ausente cualquier vínculo temático o cualquier otro principio de organización discernible, al menos según se puede apreciar del resumen posterior de FOCIO. El trabajo fue dedicado al rey Arquelao de Capadocia (un rey-cliente de Augusto, que reinó entre 36 a.C. y 17), si bien ese detalle, en apariencia importante, no desvela ni su propósito ni la esencia de su estructura (HENRICHS, A., 1987, pp. 268-270; GÃ?"MEZ ESPELOSÍN, F.J., 2000, p. 78; CHACÃ?"N, A. I., 2016, pp. 135-146). En CONON se encuentran mitos e historias míticas que explican los nombres de algunos lugares o el trasfondo de ciertos proverbios, y que hacen comprensible la fundación de ciudades o el establecimiento de cultos. También abundan las historias amorosas y se constatan unos pocos ejemplos paradoxográficos. Su mayor interés radica, sin duda, en las tres historias que no se preservan en ninguna otra fuente más que en su obra. Se trata del establecimiento en Éfeso del culto de Apolo Gypeo, de la fundación de Olinto (FGrH 26 F 1[IV]) y del modo en que el oráculo apolíneo en Dídima fue transferido del control de los Bránquidas (sacerdotes del Apolo Didimeo) a los Evangélidas. CONON, por desgracia, parece que no tuvo interés en identificar sus fuentes, un rasgo que, como se ha visto anteriormente, no fue único. Un elemento que si está totalmente ausente de su obra es la no presencia, en cualquiera de sus historias, de un dios como una personalidad mayor. Todas las cuarenta y un historias míticas de la colección de ANTONINO LIBERAL culminan en metamorfosis, llevadas a cabo por dioses sobre seres humanos, bien como castigo por un comportamiento indecoroso o extraño, o como una liberación ante alguna especie de desastre. Algunas de tales historias explican, en un lenguaje en ocasiones bastante repetitivo, el establecimiento de un culto.Una de los mitos más típicos, que se configuró en su narración como una referencia que proveyó un vínculo a sus lectores de una historia familiar, fue la que contaba, en el capítulo XVI, la guerra entre los pigmeos y las garzas (PAPATHOMOPOULOS, M., 1968, pp. 44-46 y ss.; HIGBIE, C.en WOODWARD, D., 2007, pp. 248-249). ANTONINO LIBERAL parece haberse inspirado esencial y exclusivamente en dos fuentes. Una de ellas es la Ornithogonia de BOIO (FGrH 328 F 214), de la que toma historias mitológicas que incluyen pájaros; la otra es la Metamorfosis de NICANDRO, de la cual extrae historias de mitógrafos helenísticos sobre aves pero también acerca de otros animales, piedras o árboles (sobre NICANDRO,GOW, A. S. F. & SCHOLFIELD, A. F., 1953, pp. 204-208; sobre BOIO, poeta o poetisa del siglo II, ANTONINO LIBERAL y NICANDRODE COLOFÃ?"N, FORBES IRVING, P. M. C., 1990, pp. 21-37). Al igual que PARTENIO, sus fuentes, en el sentido de autores que cuentan las mismas historias, eran identificadas en notaciones al margen, en forma de una especie de glosas eruditas. Casi nada se sabe sobre a quién iban destinados los tratados escritos sobre los poemas homéricos. Si bien algunos textos fueron pensados para otros eruditos y para que los estudiantes aprendieran a leer a HOMERO, muchos otros fragmentos no parecen haber sido diseñados para una determinada audiencia. En cualquier caso, los mitógrafos debieron encontrar, sin duda, aspectos interesantes en la poesía homérica. Hoy se conservan escritos en escolios (escolio D y los Scholia Minora), así como en un texto independiente, que debió circular los primeros siglos de nuestra era, denominado Mitógrafo Homérico (MORGAN, T., 1998, pp. 164-168 y ss.; CRIBIORE, R., 2001, pp. 139-143; 204-207 y ss.; sobre Mitógrafo Homérico como ejemplo de erudición helenística, MONTANARI, F., en ABBENES, J. G. J. & SLINGS, S.R. & SLUITER, I. (Edits.), 1995, pp. 136-171). Estos manuscritos se complementan con fragmentos en ostraka y en papiros. Se podría apuntar que la estructura y el propósito de la colección residían en elucidar la épica homérica a través de breves versiones de los mitos más significativos que contenía. Cada historia (en torno a doscientas) inicia con una frase o una palabra, a la que sigue un breve comentario o una historia mítica. Las entradas finalizan, normalmente, con la cita de una autoridad (HENRICHS, A., 1987, p. 244; HIGBIE, C. en WOODWARD, D., 2007, pp. 250-251). Abundan aquellas referidas a la Ilíada, en tanto que las que se relacionan con la Odisea son mucho más escasas. # V. A Modo de Conclusión La atracción de la mente griega por lo extraordinario y su curiosidad etnográfica, inserta en una tendencia idealizadora que pretendía ordenar el mundo, se conformará como un precedente genérico de la literatura paradoxográfica, así como un catalizador de la relevancia y prestigio mitográficos.Pero varios otros fundamentos se han podidorastrear. Sería el caso de la poesía épica homérica, plagada de extravagantes acciones divinas, de fantásticas hazañas y aventuras heroicasasí como de frecuentes fenómenos raros; la historiografía jonia, repleta de influencias culturales orientales, e incluso, algunas corrientes mágicoreligiosas orientales que dieron lugar a un concepto de lo extraordinario como síntoma del misterio inextricable de una naturaleza regida por las divinidades. No se puede dejar de lado, asimismo, la presencia de ciertos intereses surgidos de corrientes del saber, especialmente de la escuela peripatética, orientada, a través de muchos de sus seguidores, a la ardua tarea de recopilación exhaustiva de los materiales disponibles en casi todas las áreas de conocimiento, lo que daría lugar a un singular proceso de catalogación de rarezas y peculiaridades que ayudarían a ampliar lo comprensible.En cualquier caso,es innegable que en la época helenística siempre hubo un regusto especial por acumular anecdotarios de hechos sorprendentes y fabulosos, así como de compilar episodios míticos tenidos por relevantes y que exhalaban un aura de prestigio y sabiduría inveterada. Los mitógrafos, escritores empeñados en recopilar historias de dioses y héroes de una extensa variedad de fuentes, presentaron los materiales en una prosa narrativa sin ningún ornamento accesorio. Casi ninguna obra ha sobrevivido intacta, de manera que para conocer a la mayoría hay que recurrir a fragmentos citados en autores posteriores, sobre todo en escolios, o conformarse, a regañadientes, con un título y el nombre de alguno de ellos. Muchos parecen haber sido los propósitos de las mitografías. Pudieron tener una función de erudición, proveyendo explicaciones a lectores de la poesía arcaica y clásica a través de la narración de rituales y mitos, o proporcionando lecturas sobre antiguos nombres de lugares, convirtiéndose, en cierto modo, en una alternativa erudita a los ensayos sobre las lenguas o las gramáticas; asimismo, también sirvieron para extraer y reelaborar materiales dedicados a los estudiantes para que aprendiesen a leer a poetas como HOMERO. A los estudiantes les resultaban provechosas esas historias de dioses y héroes, las detalladas explicaciones de formas verbales o los glosarios que les aclarasen vocablos difíciles y oscuros. Pero, sin duda, también las mitografías proporcionaron materiales simplemente interesantes, atractivos, para despertar el placer del lector, de un modo semejante a las peculiaridades pintorescas de la paradoxografía. La erudición literaria y el desarrollo de nuevos géneros deben mucho a la mitografía, que proporcionaría diferentes versiones de trabajos ya conocidos, organizados o yuxtapuestos de novedosas maneras. Mientras los compiladores de paradoxografías mostraban a sus lectores fenómenos sorprendentes, extraordinarios, maravillosos y hasta bizarros, los mitógrafos capacitaban a sus lectores para explorar el sorprendente, y también complicado, mundo del pasado mítico. Por otra parte, estas colecciones ayudarían, además, a preservar versiones locales frente a aquellas panhelénicas, más célebres. En definitiva, una suerte de coartada erudita haría eficaz, además de probablemente creíble, noticias extraordinarias, acontecimientos pintorescosy hazañas heroicas sorprendentes, dedicadas a un público numeroso, ansioso de saber y, en cierta medida, crédulo. De esta manera, se aseguraba la posibilidad de colmaruna interesante ansia de curiosidad enciclopedista griega. # Notas 1 Se desconoce el título que CALÍMACO pudo darle al primero de sus catálogos. 2 En la Odisea, el tema de la fidelidad de Penélope a su esposo durante veinte largos años y la estratagema de Odiseo para desembarazarse de los pretendientes, estaba muy extendido. Sin embargo, un autor como PAUSANIAS (VIII, 12, 6-7) comenta que los mantineos preservaron un relato muy diferente de lo que acontecía en Ítaca en ausencia de su rey. En él Penélope se muestra infiel a su marido con varios pretendientes, de tal manera que cuando Odiseo regresa y se entera, la expulsa de su casa, viéndose obligada a regresar a Esparta con su padre, en donde moriría. Otra tradición, quizá de Arcadia (HERÃ?"DOTO., II, 145, 4; DURIS DE SAMOS, Die Fragmente der griechischen Historiker, 76 F 21; APOL. Epít., II, 7, 38; PLUT., Vid. de Sila, XXVI, 1-2), afirmaba que Penélope había tenido amoríos con Hermes o Apolo, además de con los pretendientes, fruto de los cuales habría dado a luz a Pan. HIPIASDE ELIS reunió los nombres de los vencedoresenlosJuegosOlímpicos;HELÁNICODELESBOSelaboró listas de las sacerdotisas del Heroonargivo, así como las listas de los vencedores en loscertámenes musicales de las Carneas (FGrH 6 F 2 (paraHIPIAS); FGrH 4 F74-84 (para HELÁNICO); o secompilaron las listas de los arcontes en Atenas, quefueron inscritas en piedra a fines de la quinta centuriaantes de Cristo.Debe recordarse que el empleo deinscripcionespararespondercuestionamientoshistóricos fue una innovación empleada por el propioARISTÃ?"TELES. En concreto, de la 129 a la 173 (frag. 407 Pfeiffer).4 Se trata de Idas, hijo de Afareo y primo de Penélope y los Dióscuros (APOL., Bibl., I, 7, 8-10; 8, 2; III, 11, 2; HIG. Fab. 14, 80; PÍND. Olímp., © 2019 Global Journals I, 109-110; PAUS. III, 13; IV, 2, 6-7 y ss.; CLEM. ALEJ., Protép., 9, 32). Se cuenta que Idas había raptado a Marpesa, pariente de Ares, en un carro alado que le había obsequiado Poseidón. Conduce a la raptada hasta Mesenia, pero Apolo se enamora de la joven y quiere arrebatársela. Zeus interviene ofreciendo libertad a Marpesa de elegir entre el dios e Idas. Escoge, finalmente, a este último. 5 Deucalión era hijo de Prometeo (HIG. Fab. 153; APOL. Bibl., III, 1, 2; DIOD. SÍC., V, 79, 4; PAUS., I, 17, 7). De los tres hijos de Helén, Dorio, Juto y Eolo descenderían los grupos étnicos griegos (APOL. Bibl., I, 7, 2 y ss.; DIOD. SÍC., IV, 60; HERÃ?"D., I, 56). 6 CRÁTERO DE MACEDONIA, quien probablemente formaba parte del círculo aristotélico, reunió y ordenó cronológicamente las inscripciones públicas de la Atenas del siglo V a.C. 7 La obra no ha sobrevivido en toda su extensión. El texto completo corresponde a los primeros tres libros, que finalizan con la historia de Teseo. Después, únicamente se cuenta con epítomes de los otros siete. Sobre las acciones de los participantes y en relación a los aspectos clave de la obra de Apolonio, es una obra de referencia SIMPSON, M., Gods and Heroes of the Greeks: The Library of Apollodorus, Amherst: University of Massachusetts Press, 1976, passim. 8 APOLODORO cita un buen número de fuentes, que incluye poetas líricos como SIMÃ?"NIDES o PÍNDARO; trágicos, caso de EURÍPIDES; poetas en versos hexámetros, como PANIASIS, APOLONIODE RODAS, EUMELO, HOMERO y HESÍODO; o autores que escribieron en prosa, especialmente FERÉCIDES y ACUSILAO de Argos, además de escritores como ASCLEPÍADES (FGrH12), quien había reunido diversas historias mitológicas de los trágicos. 9 La colección de ERATÃ?"STENES no sobrevive en su forma original. Lo ha hecho por haber sido considerada de utilidad en la comprensión del poema astronómico Phaenomena de ARATO, de manera que aparece mencionado en un escolio a este último, así como en un epítome sobre los mitos de estrellas y en un par de textos latinos. En un manuscrito del siglo IX se preservan varios textos entre los que se incluyen las únicas versiones que sobreviven de PARTENIODE NICEA y de ANTONINO LIBERAL. 10 Su desempeño en el consulado se produjo entre 63 y 62 a.C. 11 Capítulos XIX, XXIV y XI, respectivamente. * Kallimachos: The Alexandrian Library and the Origins of Bibliography RBlum 1991 University of Wisconsin Press Madison * Arquelao de Capadocia y la "Eneida" de Conon AIChacón Revista Estudios Clásicos, nº 3 2016 * Gymnastics of the Mind: Greek Education in Hellenistic and Roman Egypt RCribiore 2001 Princeton University Press Princeton * The Text History of the Bibliotheca of Pseudo-Apollodorus, TAPA, nº 66 ADiller 1935 * PM CForbes Irving Metamorphosis in Greek Myths Oxford Oxford University Press 1990 * ChWFornara Archaic Times to the End of the Peloponnesian War Cambridge Cambridge University Press 1977 * RLFowler Early Greek Mythography 2000 Oxford University Press 1 Oxford * Paradoxographorum Graecorum Reliquiae AGiannini Instituto Editoriale Italiano 1965 * Rarezas y maravillas, edit FJGómez Espelosín Paradoxógrafos 1996 Gredos, Madrid * El descubrimiento del mundo. 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